2017, Año Santo para España
Este 2017 la misericordia se extiende por toda España. El Papa Francisco ha concedido años santos en una decena de santuarios, desde el monasterio cántabro de Santo Toribio de Liébana a la murciana Caravaca de la Cruz
El visitante del Lignum Crucis en Liébana, el devoto del pamplonica san Fermín, el vecino de Caravaca de la Cruz, los amigos de las clarisas de Soria, los seguidores de la Santa de Ávila, los asturianos –gracias a la recién anunciada Covadonga– o los madrileños de Villamanta y Leganés ya no tienen excusa para ganar el Jubileo este 2017, Año Santo por excelencia para nuestro país, que extiende por toda la geografía la misericordia propuesta por el Papa Francisco.
Hace cuatro meses y medio que la Puerta del Perdón del monasterio de Santo Toribio de Liébana abrió sus puertas para recibir el objetivo de «un millón de peregrinos». Solo el día de su apertura se congregaron más de 3.000 fieles y, desde entonces, «recibimos una media 700 personas diarias. Los fines de semana, mínimo llegan hasta 1.000 personas, e incluso hemos llegado a los 2.000», explican desde la oficina del monasterio. Aunque se ha terminado el verano, «ahora se incrementan las excursiones». No todo el mundo llega motorizado: cerca de 5.000 peregrinos llegados de los cinco continentes –hasta de Tasmania– han sellado sus credenciales y besado el Lignum Crucis, el más grande conservado hasta ahora, motivo por el que desde 1512 hay peregrinaciones a este santuario cercano a los Picos de Europa.
Otro pedazo de Lignum Crucis se conserva en el santuario de Caravaca de la Cruz, que cada siete años –así lo decretó san Juan Pablo II en 1998– abre su Puerta del Perdón para otorgar la indulgencia plenaria a cuantos peregrinen hasta la tierra murciana. Este 2017 es el tercer año que se celebra el Año Santo y desde su apertura, el 8 de enero, han pasado 1.150.000 personas –según datos recogidos a principios de agosto–.
El chupinazo jubilar
El 7 de julio, con el chupinazo de las fiestas, comenzó también el Año Santo sanferminero, solicitado por el arzobispo diocesano, monseñor Francisco Pérez, con motivo de la celebración del 300 aniversario de la construcción y consagración de la capilla de San Fermín. Una buena oportunidad, asegura Javier Leoz, párroco de la capilla y delegado para el Año Jubilar, de que «Navarra despierte y mantenga el júbilo de tener como patrón a san Fermín». Esta conmemoración «pretende ir a la esencia del santo y recordar la siembra de la semilla cristiana en Navarra desde el siglo IV».
También desde el 11 de agosto –festividad de santa Clara–, acudir a la iglesia del monasterio soriano de Santo Domingo, habitado por religiosas clarisas, da la posibilidad a los españoles de limpiar sus pecados. Con ocasión de los 75 años de la exposición permanente del Santísimo en la iglesia, el Papa Francisco concedió un Año Jubilar, momento propicio, dicen las monjas, para «extender y fomentar la adoración y el amor a Jesús Sacramentado, y atraer muchas almas hacia Él para que puedan gozar y enriquecerse de la gracia jubilar».
Ávila calienta motores para la apertura de su Año Santo Teresiano el 15 de octubre y los madrileños esta vez no tendrán que irse muy lejos para ganar la indulgencia. La diócesis de Getafe acoge dos años jubilares, en Villamanta y en Leganés.