Cuatrocientos millones de niños esclavos

No termina aquí el mapa de la esclavitud infantil en el mundo. En Myanmar, cosechan caña de azúcar y otros productos agrícolas. En China, los niños esclavos preparan explosivos y fuegos de artificio utilizados en la pirotecnia. En Brasil, los esclavos hacen el carbón usado en la fabricación de acero para automóviles y otras piezas de maquinaria. Sierra Leona se surte de esclavos para extraer los diamantes de las minas. En la República Democrática del Congo, muchos niños son esclavizados y explotados en la extracción de la casiterita y coltán, elementos usados e indispensables para los ordenadores, mp3, teléfonos móviles y un sinfín de aparatos tecnológicos más. En Costa de Marfil, unos 12.000 niños recogen las semillas del cacao que se exportan para la elaboración del chocolate. En Benín y Egipto, los esclavos producen algodón. Se calcula que un millón de niños son forzados a trabajar en el sector algodonero porque son más baratos y obedientes que los adultos y tienen la estatura idónea para inspeccionar las plantas de algodón. Trabajos en basureros -como los pequeños camboyanos-, en prostíbulos -como las niñas de Bangkok-, en el servicio doméstico, en fábricas… son realizados por millones de menores, cada día.

La pequeña Bala tiene ocho años y pasa el día haciendo ladrillos para poder comer. Su familia, de 4 miembros, hacen cada día 1.000 piezas y ganan menos de 4 euros. Misiones Salesianas recuerda hoy, 16 de abril, Día contra la Esclavitud Infantil, que millones de niños como Bala «trabajan en la India haciendo ladrillos todo el día por sueldos de miseria, y sin posibilidad de ir a la escuela ni de desarrollarse personal ni socialmente».

La ONG de los salesianos recuerda también hoy que «la explotación infantil es causa y consecuencia de la pobreza». Por eso, la entidad trabaja en 131 países de todo el mundo para lograr erradicar el círculo de pobreza a través de centros de educación, casas de acogida, centros de día para niños de la calle, centros juveniles, oratorios…, para que los niños puedan ver el futuro con esperanza. En la India, por ejemplo, Misiones Salesianas tiene centros cercanos a los campos de ladrillos. En estos centros, a los niños se les ofrece comida, clases de alfabetización y cursos de formación técnica.