50 aniversario del primer santo mulato
Lima celebra por todo lo alto el 50 aniversario de la canonización de san Martín de Porres, Patrono universal de la paz y ejemplo de sencillez, humildad y santidad, al que Benedicto XVI pidió que intercediera «por los trabajo de la nueva evangelización»
El día 6 de mayo se cumplió el 50 aniversario de la canonización de san Martín de Porres, el primer santo mulato de América, hijo no reconocido de un español y de una negra liberta. Vivió a caballo entre los siglos XVI y XVII (1579-1639). Juan XXIII lo elevó a los altares en Roma el 6 de mayo de 1962.
50 años después de su canonización, Benedicto XVI, durante el rezo del Regina Caeli ante miles de fieles en la plaza de San Pedro decía: «Hoy recordamos el 50 aniversario de la canonización de San Martín de Porres, al que pedimos que interceda por los trabajos de la nueva evangelización, que haga florecer la santidad en la Iglesia. Invoquemos a la Virgen María para que nos acompañe en este camino».
Y es que al santo peruano atendía las necesidades espirituales y materiales de todo el que se le acercaba. No hacía distinciones, aliviaba a ricos y pobres, altos dignatarios de la Iglesia y del Gobierno, gente humilde, personas de todos los estratos sociales. Esa santidad que le acompañó en vida, la pedía el obispo de Roma para la Iglesia.
La ciudad que le vio nacer le ha rendido homenaje durante el pasado fin de semana en el que han celebrado el 50 aniversario de su canonización a través de conferencias, exposiciones, procesiones y una Misa solemne, que ofició el cardenal Juan Luis Cipriani, arzobispo de Lima.
El pasado sábado, las reliquias del santo peruano procesionaron hasta la catedral de Lima. Es la primera vez que abandonaban el Convento Santo Domingo para recorrer las principales calles de la capital peruana. También el día 5 se inauguró una exposición Iconografía de San Martín de Porres.
Durante la Eucairstía celebrada en la catedral, el domingo día 6, el cardenal Cipriani afirmó que «san Martín de Porres fue un hombre sencillo y humilde, un hombre del pueblo, que no estaba en el poder, ni tenía grandes doctorados. Era como cualquiera de nosotros, solo que más humilde, más generoso, y el Señor en esa alma sembró un amor que hizo que no estuviera jamás tranquilo hasta no hacer todo por amor a todos, ahí está el heroísmo».
«Desde el bautismo estamos llamados todos a la santidad, que es nuestra razón de ser. Busca tu vocación a la santidad en las situaciones ordinarias de tu vida: en tu casa, en tu barrio, con tus hijos, con tus hermanos, en tu trabajo, siembra ahí amor, paz y comprensión. No amemos de palabra ni de boca, sino de verdad y con obras», prosiguió el arzobispo, que explicó que, al igual que san Martín es posible la santidad en la sociedad actual: “el tema de la santidad es algo que a cada uno tiene que abrirnos el alma y dejar que Dios, como en un espejo, pueda mirar si es que tus pensamientos, tus acciones, tu conducta y tu conciencia están conforme a a la verdad y al bien”.
Además del los actos conmemorativos de este fin de semana, durante Mayo y el resto del año, tendrán lugar otros eventos que pretenden resaltar la vida y enseñanzas del santo peruano, quien le dio valor a las cosas pequeñas y sencillas, y fue ejemplo de humildad.