Gerona acoge la beatificación de siete mártires de los Misioneros del Sagrado Corazón
La catedral de Gerona ha albergado este sábado su segunda beatificación de la historia, la de siete Misioneros del Sagrado Corazón de Jesús que fueron asesinados en septiembre de 1936 cerca de Serinyà (Gerona), en el contexto de la Guerra Civil.
La celebración, a la que han asistido numerosos fieles de la diócesis y sacerdotes de Cataluña, ha sido presidida por el cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación para las Causas de Santos de la Santa Sede, y por el obispo de Gerona, monseñor Francesc Pardo, ha informado el Obispado en un comunicado.
Al inicio de la celebración, el obispo Pardo ha leído la súplica de beatificación y, a continuación, el superior provincial de la congregación de los Misioneros y postulador de la causa, el padre Francisco Blanco, ha glosado la biografía de los siete religiosos pertenecientes a la comunidad de Canet de Mar (Barcelona).
El cardenal Amato, por su parte, ha dado lectura de la carta apostólica del Papa Francisco por la que se han declarado beatos a los misioneros, acto previo al descubrimiento de una imagen del pintor Joan Torras sobre los beatificados.
Amato, en su homilía, ha destacado que dieron su vida en defensa de la fe y que fueron asesinados, precisamente, por su condición de religiosos, y ha recordado la persecución que sufrió la Iglesia durante la Guerra Civil.
Los beatificados son los sacerdotes Antonio Arribas, de Burgos; Abundo Martin, de Palencia; José Vergara, de Pamplona; Josep-Oriol Isern, de Sant Feliu de Llobregat (Barcelona), y los hermanos Gumersino Gómez y José del Amo, de Astorga (León).
Enterrados originalmente en el cementerio de Serinyà, sus restos fueron trasladados al cementerio de Canet al terminar el conflicto bélico y actualmente reposan en el santuario que los misioneros tienen en la calle Rosselló del Eixample barcelonés.
Además de autoridades religiosas, a la ceremonia han asistido también el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo; el director general de Asuntos Religiosos de la Generalitat, Enric Vendrell; el presidente de la Diputación de Gerona, Pere Vila, y la alcaldesa de la ciudad, Marta Madrenas.