«Cura, tengo una pregunta para usted» - Alfa y Omega

«Cura, tengo una pregunta para usted»

¿Cuánto cobra un cura? ¿Los sacerdotes tienen que celebrar Misa todos los días? ¿Alguna vez ha sentido ganas de dejar el sacerdocio? Estas son algunas de las preguntas que le plantearon al padre Declan, sacerdote de Cuenca, que se puso a disposición de los usuarios de Twitter

José Calderero de Aldecoa
El padre Declan, en el centro, con un grupo de seminaristas. Foto: Matías Romero

El 19 de marzo la Iglesia celebró el Día del Seminario. Los días previos, «los católicos en España rezamos de forma especial por las vocaciones sacerdotales», explicaba en Twitter el padre Declan Huerta, sacerdote de la diócesis de Cuenca.

Por ello, y para conocer mejor qué es un sacerdote y qué labor realiza, el cura conquense invitaba a todos los usuarios de la red social de los 140 caracteres: «Preguntad lo que queráis saber sobre los curas. Responderé lo que pueda».

La propuesta generó un aluvión de comentarios, los primeros de ánimo por la que se le venía encima: «Qué valiente padre», «suerte», «páter, dónde se mete», «en menuda te has metido. God bless the insensatos».

Acto seguido llegó la primera cuestión, de Aurora Pimentel, sobre si «los sacerdotes deben celebrar Misa todos los días». «No tienen obligación, para no generar innecesarios problemas de conciencia. Pero el magisterio lo recomienda vivamente», contestaba Declan.

Tras la de Aurora llegaron otras 50. «Si el pecado confesado es grave, ¿el confesor no puede siquiera comentarlo con un colega o superior?», preguntó otro tuitero. La respuesta del sacerdote fue clara e inmediata: «El sigilo sacramental es absoluto». Y otra: «Padre, ahora que escasean las vocaciones, ¿ve cerca el debate sobre el celibato?». «Las Iglesias protestantes, sin celibato, tienen el mismo problema vocacional», contestó el cura.

Declan no rehuyó ninguna pregunta. Ni las inconvenientes: «¿Los curas se tocan?», se preguntaba desde la cuenta de la revista Jot Down. «Sabemos que está mal. Si buscas ese consuelo físico, pues a arrepentirse y empezar de nuevo. Puede ser indicativo de que algo no va bien, de desequilibrio afectivo, de inercia de costumbres adquiridas… Una tarea, trabajar en conocerse mejor a uno mismo».

Tampoco eludió cuestiones más personales: «Padre, ¿ha sentido alguna vez ganas de dejar el sacerdocio?»: «Sí, en una ocasión personal muy difícil, donde me sentía desubicado y sin claridad sobre el sentido de mi vida y misión. Me ayudó mucho la oración, y hablarlo en confianza con otro sacerdote». «Muchas gracias por su tiempo. Y por hacer visible a la Iglesia en Twitter», volvía a escribir el tuitero.

El interrogatorio improvisado terminó con el padre Declan dando gracias a todos por las preguntas. «Me ha recordado muchas cosas y estoy muy contento». Y añadía: «Los curas somos peculiares dentro de nuestra más absoluta normalidad. Necesitamos vuestras oraciones. Por nosotros y por los que vendrán».