Homenaje a monseñor Luis F. Ladaria - Alfa y Omega

Homenaje a monseñor Luis F. Ladaria

José Francisco Serrano Oceja

Un libro polifónico de profunda teología no tiene por qué estar alejado de la realidad vital de la Iglesia. Realidad que es alentada por la reflexión teológica en la medida en que ésta contribuye a despejar horizontes y a sembrar esperanza. Valga el siguiente ejemplo, tomado de la colaboración del profesor Joël Spronck, del Séminaire épiscopal de Lieja. Escribe este discípulo del padre Luis Ladaria que la teología de san Ireneo no es ajena a nuestro tiempo, tal y como descubrimos en este texto del cardenal A. Decountray: «En su lucha contra el gnosticismo, hace exactamente dieciocho siglos, el segundo obispo de Lyon combatió la desviación más alarmante que actualmente encuentra la fe cristiana, al menos en Occidente. (…) ¿Quién podrá negar -prosigue el cardenal Decountray- que hoy, igual que en tiempos de Ireneo, aunque bajo formas diferentes, se va inflitrando por todas partes una especie de falsa gnosis, según la cual la fe en el Verbo encarnado y en Cristo resucitado de entre los muertos acaba diluyéndose en la adhesión a un conjunto de ideas y valores cuyo contenido resulta mermado?».

Este texto homenaje, que un nutrido y destacado grupo de discípulos del jesuita padre Luis Ladaria, hoy Secretario de la Congregación para al Doctrina de la Fe, dedican a su maestro, pretende ser un acto de gratitud y de justicia. Tiene, además, la pretensión de profundizar en la obra teológica del padre Ladaria, en esa aportación singular de quien, siguiendo las huellas del padre Antonio Orbe, podría sintetizar su quehacer teológico en esta frase: «En el concepto mismo del hombre ha de haber lugar para los designios de Dios sobre él».

En el trasfondo de esta afirmación se encuentra la respuesta a la pregunta: ¿Qué ha preparado Dios para el ser humano? La llamada de Dios ilumina, por tanto, el misterio de la persona desde sus orígenes. Nos referimos a la cuestión del origen y fin del hombre según el proyecto de Dios. Esta teología aporta algunas perspectivas que son muy interesantes para nuestros días, que conectan con la sensibilidad contemporánea, como por ejemplo la visión de la carne, del cuerpo. De ahí que se nos recuerde que «la obra del Espíritu sobre la carne del hombre consiste en hacerlo más filial, en obediencia amorosa al Padre. Toda la historia humana se contempla, a la luz del misterio de Jesús, como un crecimiento continuo de filiación». La visión filial contrasta con la conciencia de la tardomodernidad, en la que el hombre se proclama en su radical voluntad de independencia, individualista y solitario.

Es de justicia, además, que dejemos constancia de los nombres que han colaborado en este volumen: J. J. Ayán Calvo; G. Hernández Peludo; V. M. Guibert; G. Uríbarri Bilbao; J. Granados; J. Spronck; N. C. Martínez Gayol; Á. Cordovilla; F. Castro Pérez; P. Curbelié; F. Ciampanelli; M. Aroztegui; D. Dupont-Fauville; R. Nandkisore; S. Pié-Ninot; J. M. Prades López; C. Granados; D. Cordamaglia; M. Ruiz Campos; S. P. Bonanni; D. García Guillén; y D. Kowalczyk.

La unción de la gloria: en el Espíritu, por Cristo, al Padre
Autor:

AA. VV.

Editorial:

BAC