El cardenal Osoro anima al padre Ángel a seguir cambiando el mundo - Alfa y Omega

El cardenal Osoro anima al padre Ángel a seguir cambiando el mundo

El padre Ángel celebra su 80 años arropado por cientos de personas sin techo y colaboradores, entre ellos conocidas personalidades como Raphael o José Bono. «Sigo soñando con un mundo sin niños en la calle ni muros», dijo el sacerdote asturiano, presidente de Mensajeros de la Paz

Mensajeros de la Paz
El padre Ángel y el cardenal Osoro en el aeropuerto de Madrid

El presidente de Mensajeros de la Paz, el padre Ángel, celebró este sábado su 80 aniversario en el Mirador de Cuatro Vientos de Madrid. Al acto asistieron unas ochocientas personas, entre las que se encontraban José Bono o Antonio Miguel Carmona; Nieves Herrero o José A. Abellán; Natalia Figueroa, Raphael y Mariló Montero. La Misa estuvo presidida por el cardenal de Madrid, Carlos Osoro.

La velada comenzó con la proyección de un documental, Un ángel demasiado humano, que resume toda una vida, la suya, dedicada a la labor humanitaria. La película, de Lau Producciones, muestra la presencia del Padre Ángel y su organización en el mundo, desde la cuenca minera asturiana a las canteras de Benín; de los campos de refugiados de las fronteras europeas a las barriadas empobrecidas de países de Latinoamérica. También da a conocer la personalidad del religioso, claro en la denuncia rotunda de las injusticias, pero a la vez convencido de que «en honor a la verdad, el mundo de hoy es mucho mejor que el de ayer».

El encuentro continuó con la celebración de una Misa de acción de gracias presidida por el cardenal y arzobispo de Madrid, Carlos Osoro. «Encuentro, única fuerza y cambiemos este mundo» fueron las expresiones con las que monseñor Osoro se ha referido a la figura del padre Ángel. «Que este no sea un mundo donde los puentes se rompan y los muros se impongan», deseó Osoro, amigo del presidente de Mensajeros.

La celebración culminó con una cena solidaria a la que el presidente de Mensajeros invitó a ochocientos amigos, entre ellos las personas sin hogar a las que ayuda y acompaña en su iglesia de San Antón, abierta 24 horas, en el centro de Madrid. «Sigo soñando con un mundo sin niños en la calle ni muros; donde los jóvenes tengan trabajo; donde nadie abuse de nadie», declaró el padre Ángel.