Monseñor Reig: «No es hora de lamentarse, hay que ponerse a trabajar»

Este viernes ha comenzado en Alcalá de Henares el Congreso La familia cristiana y la escuela católica: Minorías creativas para la renovación de la sociedad, que va a traer a la diócesis complutense durante tres días a varios expertos en pastoral familiar y educación, como José Granados y José Noriega, del Instituto Juan Pablo II de Roma; Eduardo Ortiz, de la Universidad Católica de Valencia; Elio Gallego, de la Universidad CEU San Pablo; y profesionales de psicología y la atención afamilias como Nacho Calderón, Federico Mulet o Isabel Cruz. El domingo se presentará el Vademecum elaborado por el Instituto Juan Pablo II para la atención a familias en situaciones difíciles.

Este Congreso «quiere responder a las frecuentes llamadas del Papa Francisco a una conversión pastoral y misionera, cuyo punto de partida creemos que puede ser la familia cristiana y la escuela católica», ha afirmado el obispo de Alcalá de Henares, monseñor Reig Pla. Asimismo, el encuentro servirá «para levantar el ánimo de los católicos españoles en este momento de confusión y de ambigüedad».

«Hoy los católicos españoles sienten una cierta orfandad por parte de la cultura, los partidos políticos y los medios de comunicación –ha afirmado monseñor Reig–, pero no hay que lamentarse, hay que ponerse a trabajar. Cuando entran en crisis las civilizaciones pueden ser renovadas desde dentro por las minorías creativas, como señaló Benedicto XVI: tras la caída del Imperio Romano o en la etapa posterior a la II Guerra Mundial, actuaron minorías creativas de origen cristiano. Hoy la familia y la escuela son esas dos minorías creativas, los gérmenes con los que se puede renovar nuestra sociedad».

«Hay que leer Amoris laetitia en continuidad con la tradición»

Para ello no hay que ceder a la tentación del aislamiento de las familias: «La familia no es una isla, hace falta que tejan redes entre ellas. Unidas las familias, vinculadas a la comunidad cristiana a través de las parroquias, asociaciones o movimientos, se puede generar un pueblo en medio de este desierto cultural. La familia cristiana y la escuela católica son oasis que poco a poco van ganando terreno al desierto. Así se regenera la sociedad», explicó el obispo de Alcalá de Henares.

Asimismo, explicó que «la exhortación Amoris laetitia atravesará todas y cada una de las ponencias de este congreso», de modo que «se prestará atención especialmente al capítulo VIII», pues el vicepresidente del Instituto Juan Pablo II presentará el Vademecum que han elaborado para la atención y acompañamiento a las familias heridas y las que atraviesan situaciones difíciles. Este acompañamiento «lo hemos de entender siempre desde la tradición católica, en continuidad con la enseñanza de la Iglesia. Sin ideologías y sin ambigüedades. Hay que leer las palabras del Papa en continuidad con la tradición, y promover certezas para saber cómo tratar esos momentos de dificultades, heridas, separaciones y divorcios», señaló monseñor Reig.