«Si aparece la tumba de Cervantes nos daría mucha alegría» - Alfa y Omega

«Si aparece la tumba de Cervantes nos daría mucha alegría»

La priora del convento asegura a Alfa y Omega que afrontan la investigación con mucha tranquilidad y con mucha paz. Ellas siguen con su rutina diaria de oración y trabajo, aunque esperan que la investigación tenga sus frutos, «hay mucha gente empeñada en ello», asegura sor Amada de Jesús

José Calderero de Aldecoa

Cuatro grupos de investigadores buscan, en el Convento de las Trinitarias Descalzas de Madrid, el cuerpo de un varón de 69 años, con dientes «mal acondicionados y peor puestos», con la mano izquierda atrofiada y con restos de plomo por arcabuzazos. Los investigadores están buscando los restos de Miguel de Cervantes y no solo están utilizando un geo-radar para hallarlos, sino también todo lo que dejó escrito el autor de El Quijote. Es él mismo quien describió su mala dentadura y el que indicó el lugar donde quería reposar eternamente, que es precisamente donde los investigadores le buscan ahora.

Mientras se producen las labores de búsqueda, la Iglesia está cerrada y sólo se abre a las horas del culto. «Cuando tenemos alguna celebración en el templo, los investigadores continúan con su trabajo en la sacristía», asegura sor Amada de Jesús, priora del convento.

Durante la investigación, las monjas trinitarias siguen con sus tareas cotidianas de trabajo y oración. Su rutina diaria no se ve afectada, por eso «lo estamos viviendo con mucha tranquilidad y con mucha paz», asegura la responsable de la comunidad.

Los investigadores, por su parte, creen que la búsqueda dará sus frutos, y más después de encontrar una tumba con las iniciales M. C., que corresponden con las del autor de El Quijote. Ahora toca analizar los restos óseos para ver si son los del escritor. «Si finalmente aparece la tumba nos daría mucha alegría ya que hay mucha gente empeñada en ello», confiesa sor Amada, que tiene 80 años de edad, 58 de los cuales los ha vivido en clausura.

A la espera de los resultados forenses, la Iglesia todavía no está pudiendo ser visitada por grupos, «aunque son muchos los que llaman preguntando para venir a verla». Y, «sobre todo, periodistas. Nos llaman de todos sitios para conocer nuestra opinión. Siempre les digo que nosotras a lo nuestro», concluye la religiosa.