¡Hay que despertar a las familias, al tejido social de España! - Alfa y Omega

¡Hay que despertar a las familias, al tejido social de España!

Agustín García-Gasco
Cardenal García-Gasco, durante sus intervención

Queridas familias, con un pleno y cordial respeto a la distinción entre Iglesia y política; entre lo que pertenece a Dios y lo que pertenece al César (cf. Mt 22, 21), esta gran Fiesta de la Familia manifiesta nuestra preocupación por el bien común de España.

Sí. Preocuparse por el matrimonio y la familia es preocuparse por lo que es bueno para el hombre, la mujer y los niños, criaturas e imagen de Dios.

Esta gran convocatoria nos recuerda otra, celebrada hace tan sólo un año en Valencia: el Vº Encuentro Mundial de las Familias con Benedicto XVI. Esta celebración es como un eco de aquella magna asamblea. Estos Encuentros inolvidables son una grande y extraordinaria fiesta del pueblo, de la ciudadanía preocupada por la construcción de una sociedad mejor. Confirman que la familia de fundación matrimonial está profundamente arraigada en el corazón y en la vida de los españoles.

Los poderes públicos deben proteger y defender la familia, nunca socavar sus fundamentos. Por tanto, toda iniciativa del Estado a favor de la familia ha de ser apreciada y estimulada. El Parlamento europeo, inspirador de legislaciones sobre la familia, debería tomar buena nota de estas manifestaciones, expresión de la auténtica cultura europea. La cultura del laicismo radical es un fraude y un engaño. No construye nada. Sólo conduce a la desesperanza: por el camino del aborto, del divorcio express y de las ideologías que pretenden manipular la educación de los jóvenes, no se llega a ningún destino digno del hombre y de sus derechos. Por ese camino no se respeta la Constitución española de 1978 y nos dirigimos a la disolución de la democracia.

Queridas familias, hemos de perder el miedo a manifestar con sencillez y alegría la verdad y la dignidad del matrimonio y de la familia. Estos encuentros no son triunfalismo: son un servicio generoso y alegre a la construcción de una sociedad mejor, fundamentada en la verdad, la libertad, la justicia y el amor. Hemos de repetir estos encuentros en cada una de nuestras diócesis. En una cultura dominada por los medios de comunicación es muy importante la visibilidad de los gestos. Hemos de fomentar estos encuentros de anuncio y testimonio.

Hay que despertar a las familias, al tejido social de España para trabajar por el bien común. Si somos fieles al Evangelio, aportaremos las mejores soluciones a los problemas de nuestro tiempo. Esta mañana se ofrece a toda la comunidad nacional una palabra nueva, una imagen de esperanza, un signo de la civilización del amor.

Queridas familias, muchas gracias. Que Dios os bendiga y premie vuestros esfuerzos.