«Dedicamos más tiempo a sobrevivir que a trabajar» - Alfa y Omega

«Dedicamos más tiempo a sobrevivir que a trabajar»

Monseñor Divassón es un salesiano navarro que trabaja, hace 18 años, con los indígenas de la Amazonía venezolana. Estos días está en España contando cómo, gracias al Domund, pueden ir a la escuela y emprender proyectos de producción agrícola. Aunque, últimamente, con la situación en Venezuela, «dedicamos más tiempo a sobrevivir que a trabajar», explica el obispo. Hasta el día 19, en el centro cultural de Arganzuela de Madrid se pueden conocer éste y otros testimonios, en la exposición que OMP ha organizado para recordar que los misioneros «hacen renacer la alegría»

Cristina Sánchez Aguilar
Monseñor Divassón, con los indígenas venezolanos en el Amazonas

La tasa anual de inflación en Venezuela es del 64,3 por ciento, la mayor de toda Sudamérica. Este aumento prohibitivo se hace notar en las cifras de pobreza. Más de una décima parte de la población venezolana no puede comprar la cesta básica de alimentos. Los que sí pueden, están acaparando los pocos productos que hay en el mercado, por miedo a que mañana no haya más leche, o arroz, o frijoles. El Gobierno ha tomado una medida: controlar a la población. Y no con una cartilla de racionamiento. Se está gastando los bolívares en un sistema digital de huellas con el que frenar la extracción de alimentos. Así se sabe quién ha comprado, y cuanto. Pero esto no se cuenta en los medios de comunicación del país.

«Hay una hegemonía comunicacional, porque es el Gobierno quien controla lo que se publica»: lo cuenta monseñor José Ángel Divassón, navarro de nacimiento, pero venezolano de adopción tras vivir allí 59 años. El obispo del Vicariato apostólico de Puerto Ayacucho, reconoce la dificultad que atraviesa su pueblo estos días inciertos. «Últimamente, dedicamos más tiempo a sobrevivir que a trabajar», señala el religioso salesiano, encargado de una extensa zona amazónica, donde su principal objetivo es mostrar el Evangelio a las poblaciones indígenas, y ayudarles en materia de educación -rasgo destacado de los salesianos-, de salud y a través de proyectos de producción, «para que sean ellos mismos los que asuman las riendas de sus vidas, y saquen adelante sus comunidades», explica.

Monseñor Divassón, con los indígenas venezolanos en el Amazonas

Pero, con la interferencia gubernamental, esta labor se complica: «No se puede imponer porque sí un pensamiento único», señala, y menos aún «cercenar la libertad de las personas». Algo que choca, de frente, con las enseñanzas de la Iglesia, que no son otras que «mostrar la libertad, la esperanza, la justicia y la paz», explica monseñor Divassón. La Iglesia en Venezuela no se achanta. Los mensajes de la Conferencia Episcopal son constantes. Recuerdan que, «si algo se dice democrático…, tiene que serlo», añade el obispo.

Está de paso en España, aprovechando que el día 19 se celebra el Domingo Mundial de las Misiones. Viene a contar que, gracias a lo que se recauda ese día, muchos indígenas yanomamis «pueden ir a la escuela y recibir cursos de formación profesional». Y no sólo reciben, «sino que es un día de mucha reciprocidad. Nosotros, en la capital, Puerto Ayacucho, recogemos una cantidad de dinero cada vez más significativa, y lo mandamos a las Obras Misionales para que lo repartan. Luego, nos llega la ayuda que nosotros también necesitamos. Es muy bonito recibir esa oración, y ese apoyo material para poder seguir adelante, sobre todo ahora», concluye.

Los misioneros hacen que renazca la alegría

Obras Misionales Pontificias ha organizado, en el Centro Cultural Arganzuela, de Madrid (calle Canarias, 17), la exposición El Domund, al descubierto. La muestra recoge diversos testimonios sobre los 13.000 misioneros españoles repartidos por el mundo, además de una larga serie de actividades que durarán hasta el 19 de octubre, Domingo Mundial de las Misiones. El cardenal arzobispo de Madrid, don Antonio María Rouco, inauguró la muestra la semana pasada. Durante su intervención, pidió «que la Iglesia vuelva a ser misionera en todos los escenarios del mundo, también donde abundan los bienes materiales, pero no los espirituales».

Este año, se pueden ver en la muestra, que empapela las paredes del Centro Cultural Arganzuela, decenas de testimonios de misioneros españoles repartidos por el mundo. «Los ciudadanos tienen derecho a conocer a los misioneros. Ellos pueden ser referente para muchos jóvenes. El Domund, al descubierto responde a esta intencionalidad», afirmó don Anastasio Gil, director nacional de OMP, durante la inauguración de la muestra. Éste es el objetivo de la campaña, que, por cierto, ha sido apoyada este año por varios famosos de la sociedad española. Los presentadores Carlos Sobera e Irma Soriano, el actor Arturo Fernández, el torero El Juli y la colaboradora de televisión Carmen Lomana, han ofrecido de forma desinteresada su imagen para un vídeo que anima a apoyar a los misioneros y se puede ver ya en Youtube.

Esta tarde, El Domund, al descubierto acogerá, a las 19 horas, la presentación del sacerdote Javier Alonso del DVD de la campaña de este año. El video cuenta cómo la mejor jugada del mundial de fútbol de Brasil de este año la protagonizó en Río un misionero. El resto de actos del Domund se pueden encontrar en www.domund.org