La necesaria formación de los voluntarios de pastoral de la salud - Alfa y Omega

La necesaria formación de los voluntarios de pastoral de la salud

11 de febrero, Jornada Mundial del Enfermo

Redacción
Un equipo de pastoral de la salud en el Hospital Clínico de Madrid. Foto: María Pazos Carretero

Clara acabó la carrera de Medicina el año pasado, y lleva dos años de voluntaria en el Hospital Clínico San Carlos, el mismo centro donde ha realizado las practicas de la carrera. Lo suyo es vocacional. «Más lo de la carrera —reconoce—, porque lo de ser voluntaria lo descubrí hace poco, gracias al capellán del hospital». En estos dos años, Clara ha hecho más de un descubrimiento: «Durante la carrera de Medicina te enseñan sobre todo la parte teórica y la parte física de la enfermedad, pero nadie te muestra la parte humana. Por eso creo que este voluntariado es una oportunidad muy grande también para un médico, para convertirse de alguna manera en un médico de almas. Para aprender esto no hay profesor ni carrera». Porque el profesor, de alguna manera, son los propios enfermos.

«Yo lo que hago es acercarme a los enfermos y ponerme a su servicio. Lo primero que me propuse fue no preguntarles nada de su enfermedad. Porque no voy como médico», afirma. Lo que hace es «acercarme, saludar, preguntarles qué tal están…, y luego son ellos mismos los que van dirigiendo la conversación». No es fácil, porque para hacer esto hace falta sobre todo una cosa: escuchar. Y de ahí surge la novedad: «Hay quien te dice que le gustaría reírse, porque muchos se sienten muy solos. Una vez, una señora me puso deberes: “Cada mañana, reza un poco y da gracias por tu familia, por tus estudios, por tu vida, y si te acuerdas reza un poco también por mí”. La verdad es que aprendes mucho de ellos si te paras a escucharlos».

Clara en el hospital. Foto: Archivo personal de Clara Isabel Pérez

Fruto del Año de la Misericordia

Clara acaba de empezar a recibir formación en la Escuela Diocesana de Pastoral de la Salud de Madrid, que ha comenzado su actividad hace varios meses como uno de los frutos del Año de la Misericordia. En tres sedes distintas de la diócesis, y durante dos cursos, con una frecuencia mensual, aborda los principales núcleos temáticos relacionados con pastoral de la salud.

En la escuela se aprenden las herramientas básicas para el acompañamiento de enfermos, desde un punto de vista meramente humano (las claves de la dependencia, gestionar el sufrimiento, el apoyo a las familias, el riesgo de burnout en los acompañantes, los cuidados paliativos, el duelo…) y también espiritual (Jesús como modelo de acompañamiento, la atención espiritual y religiosa, la enfermedad en la Biblia…). Y todo esto en las dos vertientes del voluntariado de la pastoral de la salud: la atención domiciliaria y las visitas a residencias y hospitales.

Como explica el delegado de Pastoral de la Salud, José Luis Méndez, «el primer curso es de introducción en los temas más generales, y en el segundo abordaremos los asuntos más especializados». De momento, ya hay varias decenas de personas apuntadas entre las tres sedes de la escuela en Madrid, unas 130 en total.

Encuentro diocesano

Con el lema Salud para ti, salud para tu casa tiene lugar este jueves la Jornada Diocesana de Pastoral de la Salud, que pretende aunar a enfermos, familiares y voluntarios. El encuentro será de 18:30 a 20:30 horas en la casa Provincial de las Hijas de la Caridad (calle General Martínez Campos 18). Las intenciones de esta Jornada se consolidarán en la Eucaristía presidida por el cardenal arzobispo de Madrid en la catedral de la Almudena, este sábado a las 19 horas.

Pioneros a nivel nacional

La formación es, precisamente, una de las grandes apuestas del Departamento de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal Española. Hace apenas dos años se decidió preparar una formación básica común, al estilo de la de los profesores de Religión, y que se pudiera estudiar en cada diócesis. «Ya hemos diseñado todo el itinerario, con sus tiempos, y también una variante a distancia», explica Jesús Martínez Carracedo, director del departamento, aunque está todavía lejana su implantación. Sin embargo, ve positivo que algunas delegaciones diocesanas, como la de Madrid o la de Zaragoza, incluyan ya algunos de sus elementos en sus escuelas de Pastoral de la Salud.

Para José Luis Méndez, «visitar a los enfermos —y cuidar a los cuidadores, que es también muy importante—, que exige un mínimo de formación», por lo que la idea de la Delegación de Pastoral de la Salud en Madrid «es formar a cada vez más voluntarios y que luego sean ellos los que en sus parroquias lleven el peso de la atención pastoral a los enfermos. Es preciso promocionar a los laicos para que hagan cosas que no son específicamente de curas. Luego, en su trabajo como voluntarios, pueden detectar las necesidades espirituales de los enfermos y de sus familias y avisar al sacerdote si fuera necesario».

José Luis Méndez y Javier Cuevas, vicario de Acción Social y Caritativa, en una charla de la Escuela de Pastoral de la Salud. Foto: Delegación de Pastoral de la Salud

Una labor coordinada

La otra gran apuesta de la pastoral de la salud en España es la coordinación entre los diferentes centros médicos a la hora de ofrecer asistencia religiosa en los hospitales.

Ya hay experiencias en este sentido, como la del hospital Vall d’Hebron, el más importante de Cataluña. Cuando ingresa en él un paciente procedente de otro centro y ya haya recibido atención espiritual, no tarda en visitarle alguien del servicio religioso, incluso si por cualquier motivo no ha podido pedirlo. Este programa, llamado Flama (Llama en catalán), comenzó en 2009 en el hospital gerundense Josep Trueta. «Al gerente —explica el capellán Sebastià Aupí— le preocupaba que en el futuro surgieran conflictos» por las visitas de los sacerdotes a las habitaciones. «Buscando alternativas, descubrí que los trabajadores sociales del centro tenían un programa» informático con una base de datos para seguir a los pacientes. ¿Por qué no hacer lo mismo con el servicio religioso? La dirección dio el visto bueno, «y la asesoría jurídica nos prestó todo su apoyo» para hacerlo respetando la ley de protección de datos.

Ahora, el equipo de atención religiosa del Trueta ya no va habitación por habitación, pero el servicio se anuncia por todo el centro. «Tenemos la seguridad de que si cualquier paciente» lo pide, «su demanda va a ser atendida. También los médicos y enfermeras, si ven que un paciente tiene un rosario o una imagen religiosa, lo ofrecen. En las situaciones de final de vida, casi siempre son ellos los que proponen avisarnos», afirma.

La salud integral en la Biblia

El hombre bíblico no sabe pensar el mundo en el que vive y no sabe pensarse a sí mismo si no es en relación a Dios. El amor a Dios integra y armoniza la vida del hombre, pero cuando se rompe, se introduce el pecado: el más profundo desequilibrio que se manifiesta en la enfermedad, consecuencia —más que castigo— del pecado. Con la llegada del Hijo, Dios rescata al hombre de su más profunda debilidad que es el pecado. Jesús cura a los enfermos como un signo de que la misericordia de Dios restablece el equilibrio y la armonía original del hombre. Pero Jesús no solo ofrece una liberación puntual de la enfermedad, sino la salud integral: salva por la fe. Así da sentido a la vida incluso en la enfermedad y la muerte, que sin esta esperanza suponen un dolor y un miedo insoportables.

Esta es la misión que encomienda a los discípulos: anunciar el reino de Dios curando enfermos, resucitando muertos, limpiando leprosos, arrojando demonios. Una misión que solo se puede cumplir desde la propia experiencia del amor; solo así podremos llevar fuerza a los débiles, esperanza a los enfermos, liberación del miedo y del dolor.

Francisco Bernardo Centeno
Capellán de Hospital Puerta de Hierro Majadahonda, dará la ponencia principal hoy en el encuentro de la Delegación de Pastoral de la Salud

Juan Luis Vázquez Díaz-Mayordomo / María Martínez López