La Orden de Malta da por cerrada la crisis y agradece al Papa la defensa de su soberanía - Alfa y Omega

La Orden de Malta da por cerrada la crisis y agradece al Papa la defensa de su soberanía

La antigua organización religiosa, militar y humanitaria ha sido víctima de intrigas puestas en marcha por poderosos grupos norteamericanos que llevan tiempo hostigando a Francisco a través de medios como Breitbart News, cuyo gerente Stephen Bannon, ahora director de estrategia de Donald Trump, llevaba años dando amplia cobertura y apoyo al cardenal Raymond Burke, abanderado de las críticas al Papa

Juan Vicente Boo
Matthew Festing, ex príncipe gran maestre de la Orden de Malta

El gran canciller de la Orden de Malta, Albrecht Boeselager, ha manifestado en conferencia de prensa internacional el jueves que la antiquísima orden militar da por cerrada la crisis, agradece al Papa Francisco haber defendido su soberanía y vuelve a concentrarse en la ayuda humanitaria que prestan diariamente unas cien mil personas, entre miembros, voluntarios y personal médico, en nada menos que 120 países.

La presencia oficial del alemán Boeselager como representante de la Orden era la manifestación visible de la vuelta a la normalidad, después de que el ahora ex-Gran Maestro Matthew Festing le hubiese expulsado ilegalmente el pasado 6 de diciembre por intrigas del cardenal norteamericano tradicionalista Raymond Burke.

A raíz de ese abuso de poder, el Papa Francisco nombró una comisión investigadora de la decisión, cuyo trabajo intentó sabotear el británico Festing, desatando una crisis interna que llevó inevitablemente a su dimisión, aceptada por el Consejo Soberano el pasado 29 de enero. El Papa nombrará en breve un delegado para cooperar en el proceso de renovación de la Orden de Malta, cuya cúpula se había dejado distraer del trabajo humanitario.

En plena sintonía con el gran canciller Albrecht Boeselager –cuya tarea es similar a la de un ministro de asuntos exteriores ante los 106 países que tienen relaciones diplomáticas con la orden–, el gran hospitalario Dominique de La Rouchefoucald -que dirige las actividades médicas y humanitarias-, ha asegurado que «las recientes distracciones en el gobierno de la Orden no pondrán en peligro nuestra actividad humanitaria y socio-sanitaria».

Albrecht Boeselager y Dominique de La Rouchefoucald confirmaron que el Consejo de Estado de la Orden se reunirá en los próximos tres meses para elegir a un nuevo Gran Maestro. Entretanto, el liderazgo corre a cargo del Lugarteniente provisional Ludwig Hoffmann von Rumerstein, quien también se había comportado en sintonía con el Vaticano a lo largo de la crisis.

La Orden de Malta vuelve, pues, a concentrarse en la ayuda directa a las víctimas de la guerra y a los refugiados, cuyo número de 65 millones es el más elevado de la historia.

Discriminación de los inmigrantes

En la conferencia de prensa, y en un comunicado hecho público también el martes, los responsables de la Orden se han declarado «alarmados y preocupados por el aumento de las discriminaciones frente a los inmigrantes, basadas sobre la nacionalidad».

En un fuerte reproche a Trump, que ha vetado la entrada de refugiados de siete países musulmanes, la Orden de Malta recuerda que «la historia nos ha dado numerosos ejemplos de las dramáticas y monstruosas consecuencias de políticas basadas en los orígenes y las etnias». Boeselager ha lamentado también la erosión en el respeto al derecho humanitario, que algunos países desafían de modo cada vez más descarado.

Aunque la Orden de Malta ha cerrado la crisis, las turbulencias probablemente continuarán. La antigua organización religiosa, miliar y humanitaria ha sido víctima de intrigas puestas en marcha por poderosos grupos norteamericanos conservadores que llevan tiempo hostigando a Francisco a través de medios como Breitbart News, cuyo gerente Stephen Bannon, ahora director de estrategia de Donald Trump, llevaba años dando amplia cobertura y apoyo al cardenal Raymond Burke, abanderado de las críticas al Papa.

Otros medios norteamericanos conservadores como el Lepanto Institute han colaborado visiblemente con el cardenal Burke, capellán de la Orden de Malta en la operación que llevó al cese ilegal de Boeselager, acusado de permitir la difusión de preservativos como ayuda humanitaria cuando en realidad se oponía.

El caso –en Myanmar en 2005, y relativo a esclavas sexuales y otras condiciones extremas– era bien conocido por la Orden y por el Vaticano, y de ninguna manera justificaba un cese que el cardenal Burke promovió afirmando falsamente que era deseo del Papa.

El resultado es que, a día de hoy, Matthew Festing ya no es Gran Maestro, el cargo de capellán de la Orden del cardenal Burke se vuelve irrelevante con la próxima llegada de un delegado papal, y la Orden de Malta ha recuperado la paz para dedicarse a una tarea humanitaria importantísima y urgente.

Juan Vicente Boo / ABC