Trabajar como un chino seis días y medio por semana - Alfa y Omega

Trabajar como un chino seis días y medio por semana

Redacción
Foto: Isabel Permuy

Muchos chinos en España trabajan seis días y medio por semana, y en la media tarde que tienen libre apenas pueden descansar, pues la dedican a hacer gestiones, hacer la compra y —los católicos— ir a Misa. «Hay que tener en cuenta que la mayoría de la gente viene a España con lo puesto». Además, muchos arrastran deudas contraídas que necesitan mucho tiempo para poder saldar. Así, al tener una oportunidad de salir adelante «le empiezan a echar horas y horas. Pero al final el trabajo se convierte en una idolatría, viven para ganar dinero. Es como una droga, y vives para trabajar, sin parar», dice Joaquín Ly. Casado, con dos hijos, Joaquín pertenece a la segunda generación de chinos en España. Sus padres emigraron por motivos económicos y aquí nació él, y aquí creció, estudió Medicina y posteriormente creó una empresa de alimentación.

En su negocio llegó a trabajar 80 horas semanales. «Y a veces más», apostilla. Para él, la vida cambió cuando realizó un retiro de Emaús en el año 2012: «Me di cuenta de que trabajar tanto no conduce a nada, solamente a un vacío. Decidí reducir el ritmo a la mitad, y eso me ha ayudado también a compensar los errores que cometí por estar tan ausente de mi familia, y a intentar sanar esas heridas». Fue valiente, pero «he salido ganando: tengo una vida espiritual que antes no tenía y he descubierto valores más importantes».

No es un caso aislado. «Hay familias que han decidido cerrar el negocio pase lo que pase —afirma Pedro Liu—, y que dedican el domingo a descansar, a rezar en familia o a ir a Misa».

Otras, sin embargo, no pueden o no quieren permitírselo. Víctimas especialmente sensibles de esta dedicación al trabajo son los niños. Muchos de ellos se tienen que quedar después de la escuela en el negocio familiar, donde pasan horas y horas. Por eso, la parroquia de Nuestra Señora de la Soledad, en Usera, organizó el pasado verano un campamento urbano, para que no tuvieran que pasar todo el día en el negocio de sus padres.