China, la gran frontera - Alfa y Omega

China, la gran frontera

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Foto: AFP Photo / Mark Ralston

China es hoy, en muchos sentidos, la gran frontera tanto para la Iglesia como para Occidente. La diplomacia vaticana se enfrenta a un dificilísimo reto en su intento de avanzar hacia la normalización de un diálogo que permita a la minoría católica vivir su fe con mayor libertad, pero sin tener que ceder a cambio en cuestiones fundamentales que otorgarían al régimen el control que busca sobre todos los aspectos de la vida de la Iglesia, que es lo que intenta también con el resto de confesiones y organizaciones sociales. China es también ese país cuyo ascenso buena parte del mundo ve con recelo, unas veces justificado por las políticas de Pekín, pero muchas otras simplemente por cuestión de prejuicios e incomprensiones, que la Iglesia puede ayudar a deshacer. Una oportunidad privilegiada reside en la emigración china a países de mayoría cristiana. La integración de cada una de estas personas que viene en busca de trabajo –y muy especialmente de sus hijos, con un pie en cada cultura– significa un avance importante en esa cultura del encuentro que el Papa invita continuamente a construir. Las celebraciones estos días del año nuevo chino pueden ser un acicate para acercarnos a estos nuevos vecinos de los que, a menudo, no sabemos apenas nada.