V Jornadas de Pastoral de la archidiócesis de Toledo: catequesis según el método Montessori - Alfa y Omega

V Jornadas de Pastoral de la archidiócesis de Toledo: catequesis según el método Montessori

Mónica Moreno
Un momento de las V Jornadas de Pastoral de Toledo. Foto: Archidiócesis de Toledo

El quinto programa anual del Plan Pastoral Diocesano de Toledo propone «la Sagrada Escritura y la catequesis en la iniciación cristiana y en la vida de la Iglesia» como camino para profundizar en la vocación cristiana a la santidad a nivel personal, parroquial y diocesano. Sobre este eje han girado las V Jornadas de Pastoral celebradas el pasado fin de semana con la asistencia de más de 750 personas.

El ponente principal fue monseñor César Franco, obispo de Segovia y presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, que pidió revalorizar la Palabra de Dios tanto en los procesos de iniciación cristiana como en las familias. En esta línea incidieron las distintas experiencias prácticas presentadas en las jornadas.

Las Catequesis del Buen Pastor

Una de esas experiencias fueron las Catequesis del Buen Pastor. Francesca Cocchini, procedente de la diócesis de Roma, explicó que son un acercamiento a la formación de los niños basada en la Biblia, la liturgia y los principios educativos de María Montessori. La metodología se aplica en algunas parroquias de la archidiócesis de Toledo, como en Illescas. Están adaptadas a las etapas de desarrollo bio-psico-espiritual del niño, buscando que «vaya creciendo en sabiduría, estatura y gracia delante de Dios y de los hombres», en palabras de Cocchini.

La catequista de la diócesis del Papa destacó la vertiente ecuménica del proyecto, pues otras Iglesias además de la católica están impartiendo estas catequesis. «El niño religioso es una persona muy diferente a los adultos por lo que es muy importante observarle y conocer su propia relación con Dios», dijo. «El catequista tiene que observar al niño, porque cuanto más pequeño es tanto más es capaz de conocer los misterios más grandes».

Cocchini recalcó que en estas catequesis, que cuidan mucho el ambiente y la preparación de cada sesión, «el catequista lee siempre desde la Biblia, ayudando al niño a encontrar a Dios y ayudando a Dios a encontrar al niño».

Este método crea un espacio sagrado e interactivo –denominado atrio– en el que tanto el adulto como el niño escuchan y meditan la Palabra y celebran los misterios más esenciales de la fe cristiana, «descubriendo el niño los misterios de la fe según sus propias capacidades, pues es el niño el que va descubre el mensaje que Dios le quiere dar».

La catequesis no termina con la Primera Comunión

Las jornadas dieron a conocer otras iniciativas que se aplican en parroquias de Toledo, en las que se busca que exista una continuidad de la vida de fe de los niños y en su relación con las familias, pilar fundamental en las catequesis de iniciación cristiana.

En la localidad de Consuegra se realiza una catequesis continuada con niños desde los 6 hasta los 11 años, cuidando el lenguaje y resaltando que no hay que sacramentalizar en exceso la catequesis, teniendo siempre en cuenta que la iniciación cristiana consiste en un proceso para hacer cristianos, no en un trámite obligatorio para recibir un sacramento.

Desde la parroquia de Illescas se presentó el curso de Mistagogia de la Eucaristía que se lleva a cabo en 4º de Iniciación Cristiana, un curso que ayuda al niño a asimilar desde su propia vivencia el significado profundo de un acontecimiento tan especial como es la Comunión eucarística. La formación está basada en cuatros elementos que propone el Catecismo: dogma (credo), moral (mandamientos), liturgia (con el método de las Catequesis del Buen Pastor) y la oración (siguiendo el método de los Oratorios de Niños Pequeños, de los Cooperatores Veritatis).

La pedagogía de mostrar a Dios

La Palabra de Dios en la catequesis han sido el eje principal de las tres ponencias de monseñor César Franco Martínez, obispo de Segovia y presidente de la Comisión Episcopal de Enseñanza y Catequesis, quien insistió en la necesidad de revalorizar la Palabra de Dios en los procesos de iniciación cristiana y en la vida de la Iglesia: «Es fundamental que la Palabra revelada se secunde en la catequesis y se realicen esfuerzos por transmitir la Palabra de Dios. Difícilmente podremos evangelizar si la Palabra de Dios no ha sido nuestra regla suprema de fe, porque se tiene que convertir en la savia de nuestra vida».

En relación a la catequesis, monseñor César Franco habló de la pedagogía de mostrar a Dios, «porque es necesario educar al pueblo para que sepa que la unidad de la Palabra y el gesto son inseparables, y es preciso pedagogía para despertar en el corazón de las personas el interés por los verdaderos temas de nuestra fe».