La familia siempre: desafíos y esperanza - Alfa y Omega

La familia siempre: desafíos y esperanza

«Reconocemos a la familia como la principal escuela de humanidad»: ésta es una de las conclusiones a las que se ha llegado en el XVI Congreso Católicos y Vida Pública que, bajo el título La familia siempre: desafíos y esperanza, se ha celebrado en Madrid, el pasado fin de semana, organizado por la Asociación Católica de Propagandistas y la Fundación Universitaria San Pablo CEU

Rafael Ortega
Un momento del Congreso, en el Aula Magna del Campus de Montepríncipe, de la Universidad CEU San Pablo. Fotos: OnCEU

Mil trescientos congresistas, tres ponencias magistrales, nueve mesas redondas, noventa y dos comunicaciones, el debate La familia, a examen, la proyección del video, realizado por CEU Media, Sínodo de la Familia, el Acto Cultural con el quinteto SPES, la Noche Joven, con la participación de más de 600 jóvenes, y los Congreso Infantil y Juvenil, es el breve resumen de los trabajos congresuales en donde hemos querido poner de relieve la situación actual que hoy vive la institución familiar en el ámbito social, cultural, político, económico y religioso, y que nos ha llevado a elegir la familia como tema central de este congreso.

Como se apunta en el manifiesto que cerró los trabajos, afirmamos que «la familia es la unión y comunión de dos personas, hombre y mujer, comprometidos en el proyecto de formar un hogar donde brote el don de la vida a través de los hijos», que «reconocemos a la familia como la principal escuela de humanidad», que «denunciamos la intromisión del Estado en la educación afectivo-sexual de los niños y jóvenes, mediante la infiltración en los ámbitos educativos de la ideología del género, así como la falta de políticas familiares justas y adecuadas en nuestra sociedad, donde prima una concepción materialista que excluye de la vida social la búsqueda de los valores y dimensiones de trascendencia propias del ser humano».

También, como hemos apuntado, los jóvenes han sido grandes protagonistas de esta décimo sexta edición del Congreso Católicos y Vida Pública. Ellos son el futuro y nuestra esperanza.

Las tres conferencias marco

A destacar, las tres conferencias marco. En la primera, el exministro de Justicia, don Alberto Ruíz Gallardón, aseguró que le dan asco los motivos que hayan podido provocar la retirada del proyecto de Ley para la Protección del concebido y de los derechos de la mujer embarazada. «Me da igual, no me importa que haya sido porque lo haya promovido un lobby económico o porque alguien haya podido pensar que es un beneficio electoral, es lo de menos. Por tanto, sea éste o sea otro, lo único que me da es asco; no me importa».

Además, señaló que no hay «ni uno solo de los motivos que se pueden imaginar» que se pudiera anteponer al «deber moral de cualquier ser humano de defender la vida de sus semejantes».

En el acto de clausura (de izq. a dcha.): don Bruno Baranda, monseñor Blázquez, don Carlos Romero, Presidente de la ACdP, monseñor Fidel Herráez y don Rafael Ortega

En la segunda, la francesa Ludovine Dutheil de La Rochère, presidenta de Le Manif pour tous, nos ha indicado «la necesidad y la obligación que tenemos los católicos de defender nuestros principios».

Y la tercera, pronunciada por el exministro chileno de Desarrollo Social, don Bruno Baranda, nos ha advertido de que «el gran reto que tiene la familia en la actualidad es cumplir su misión en un mundo de cambios, de crisis», y ha apelado a que «debemos afrontarlos con valores y referentes, para lo que es necesaria una sólida formación».

Por su parte, el presidente de la Conferencia Episcopal y arzobispo de Valladolid, monseñor Ricardo Blázquez, en la clausura de la reunión congresual, ha manifestado su gratitud por la vocación del matrimonio y de la familia en la doctrina cristiana, ya que, según ha subrayado, «existe una gran desinstitucionalización del matrimonio».

Ha finalizado este XVI Congreso Católicos y Vida Pública, y con la esperanza puesta en todos, les esperamos en el próximo. Ya han comenzado los trabajos preparatorios. Gracias a todos los congresistas, conferenciantes y ponentes. Sin ellos, sin su trabajo, así como el de todos los miembros de la Asociación Católica de Propagandistas y de todo el personal de la Fundación Universitaria San Pablo CEU, los Congresos Católicos y Vida Pública no podrían llegar a buen puerto.