La cuestión radical del hombre - Alfa y Omega

La cuestión radical del hombre

José Francisco Serrano Oceja

Pido perdón a los lectores por comenzar con una cita. En este caso de Martin Heidegger, en su libro Kant y el problema de la metafísica, texto recogido en la página 19 del que nos ocupa en esta reseña. Dice así: «En ninguna época se ha sabido tanto y tan diverso con respecto al hombre como en la nuestra. En ninguna época se expone el conocimiento acerca del hombre en forma más penetrante y fascinante que en ésta. Ninguna época, hasta la fecha, ha sido capaz de hacer accesible este saber con la rapidez y facilidad que la nuestra. Y, sin embargo, en ninguna época ha sido el hombre tan problemático como en la actual».

¿Pero este libro no habla de Dios y de quienes han hecho que las formas de conocimiento y de vida sin Dios sean fenómenos sociales de masas? Ya Cornelio Fabro, autor de referencia para el profesor Marmelada, insistía en que la cuestión de Dios, y la forma que tengamos de resolverla, es la cuestión decisiva que compromete al hombre en su totalidad. En la cuestión de Dios tenemos empeñado nuestro ser, nuestra existencia, y por eso la cuestión de Dios es también la cuestión del hombre. La pregunta por Dios, ese rumor inmortal que decia Robert Spaemann, es radical, inevitable, universal y perenne.

Carlos A. Marmelada, licenciado en Filosofía y en Ciencias de la Educación por la Universidad de Barcelona, nos ofrece un notable trabajo en el que analiza críticamente cuáles han sido los autores de la historia del pensamiento, de la filosofía, que han contribuido decisivamente a la consolidación del ateísmo, del agnosticismo o de esa actitud más radical de indeferentismo ante la cuestión de Dios. Analiza, por tanto, con detalle y con tino, cuáles son las raíces históricas del ateísmo, del indeferentismo, del agnosticismo, del cientificismo. Concluye el texto con dos interesantes apartados sobre la cuestión del mal y sobre el problema de la libertad. Nada de esto se podría hacer sin una reivindicación de la metafísica, que está presente en todo el libro.

Hay que destacar de nuestro autor su notable conocimiento del pensamiento de R. Descartes, B. Spinoza, I. Kant, L. Feuerbach, F. Nietzsche, G. F. Hegel, M. Heidegger, J. P. Sartre, A. Camus y K. Popper. De éste último señala, en la página 216: «Durante muchos años fue maestro de una logia francmasónica». C. A. Marmelada hace dialogar con san Agustín y, principalmente, con el tomismo moderado que nace del pensamiento de santo Tomás de Aquino. En varios de los momentos del libro, el autor hace interesantes referencias, implícitas o explícitas, a las relaciones en el pensamiento con los denominados ateos modernos, R. Dawkins o C. Hitchens, entre otros.

Hay que destacar el valor pedagógico del libro y una erudición bien traída y demostrada en las citas de textos originales, que en varias ocasiones se acompañan de otros de valor desigual, sobre todo a la hora de referirse a autores contemporáneos que han abordado estas materias.

El Dios de los ateos
Autor:

Carlos A. Marmelada

Editorial:

Stella maris