Madrid, capital europea de la pintura flamenca - Alfa y Omega

Madrid, capital europea de la pintura flamenca

Rubens, Van Dyck, Jordaens… artistas flamencos y holandeses de los siglos XVI y XVII tienen, desde el pasado noviembre de 2014, un nuevo lugar para ser contemplados en Madrid: el Museo Carlos de Amberes. Sus prestadores son el Real Museo de Bellas Artes de Amberes, el Museo del Prado y Patrimonio Nacional, así como la Biblioteca Nacional y la Fundación Custodia

Fernando de Navascués
Santa Inés y santa Dorotea, de Michaelina Wautier

Detengámonos primero en la Fundación Carlos de Amberes. Se trata de una institución que cuenta con 420 años de Historia. Carlos de Amberes fue un flamenco que, en 1594, legó toda su fortuna para construir un hospital en la Villa de Madrid que atendiera a los viajeros procedentes de las antiguas Diecisiete Provincias de los Países Bajos –hoy Bélgica, Holanda, Luxemburgo y Norte de Francia–, entonces bajo el dominio español.

El martirio de san Andrés, de Pedro Pablo Rubens

Sin embargo, este original carácter asistencial dejó de tener sentido con el paso de los siglos. En 1988, la Fundación pasa a ser una obra cultural que mantendrá vivos los vínculos históricos que, desde el siglo XV, han existido entre España y las antiguas Diecisiete Provincias. De esta forma, la Fundación ha organizado exposiciones, seminarios, conciertos, publicaciones… Todo un compromiso con el patrimonio histórico europeo que ahora se plasma en el Museo Carlos de Amberes Madrid. Maestros flamencos y holandeses.

Más allá del gobierno político de las Diecisiete Provincias de los Países Bajos, lo que se hubo fue un período de creatividad artística cuyo esplendor se puede contemplar en, prácticamente, toda España: el Museo del Prado, las colecciones de Patrimonio Nacional y, por supuesto, todas las obras que custodian iglesias y catedrales de todo el país. Ningún otro estilo artístico ha dejado una impronta tan profunda y admirada por los españoles.

Fernando Checa, director científico del museo, apuesta por sorprender a sus visitantes con toda la riqueza que tiene la pintura flamenca. Un total de dos siglos de Historia común europea. Con este criterio, el museo ofrece El martirio de san Andrés, de Rubens, propiedad de la Fundación Carlos de Amberes, a la vez que se nutre de préstamos provenientes del Prado y la Biblioteca Nacional. Aunque, sin duda, el principal prestador es el Real Museo de Bellas Artes de Amberes (KMSKA), gracias a que esta institución permanecerá cerrada hasta 2017 por obras.

Tapiz de Los funerales del rey Turno

Los maestros

Entre los artistas y sus obras, se pueden contemplar lienzos de Pedro Pablo Rubens: los retratos del Archiduque Alberto de Austria y la Infanta Isabel Clara Eugenia, La educación de la Virgen, así como el ya citado Martirio de san Andrés. Anthony van Dyck aporta el Retrato de Policena Spínola, Marquesa de Leganés; Bernard van Orley, un retrato de Margarita de Austria; David Teniers II ofrece obras como Mañana y Mediodía, escenas profanas, propias de este autor.

Especialmente significativa es la presencia de la pintora Michaelina Wautier, una de las escasísimas pintoras flamencas existentes y que está presente en el museo con su Santa Inés y santa Dorotea.

Patrimonio Nacional, por su parte, ha prestado un tapiz tejido en Flandes en el siglo XVI, titulado Los funerales del rey Turno. Y en cuanto a grabados, la Biblioteca Nacional de España y la Fundación Custodia de París están presentes con once grabados de desnudos femeninos y masculinos de Rembrandt.

Mediodía, de David Teniers

Tres áreas para un museo

El museo se encuentra en el edificio que sirviera en su momento de iglesia, hospedería y enfermería (calle Claudio Coello 99), pero que ahora, una vez rehabilitado, se ha adaptado a los nuevos fines de la institución. Las obras se presentan en tres estancias. En primer lugar, una dedicada al paisaje y al retrato, con pinturas de Rubens, van Orley, Van Dyck y Brueghel el Viejo, entre otros. Le sigue la Sala de la Capilla, en la que destacan El martirio de san Andrés y el tapiz Los funerales del rey Turno. Y, finalmente, se encuentran las pinturas de formato más reducido, pintura de gabinete, paisajes, bodegones…

Madrid se convierte de esta forma, y de manera indiscutible, en la capital europea de la pintura flamenca, en la que este nuevo museo se suma a toda la riqueza artística que ya contaba con el Museo del Prado, el Thyssen y Patrimonio Nacional.