Uno de los últimos sacerdotes ordenados por Javier Echevarría: «me animó a ser muy fiel» - Alfa y Omega

Uno de los últimos sacerdotes ordenados por Javier Echevarría: «me animó a ser muy fiel»

Eduardo Ares recibió la ordenación sacerdotal el 4 de septiembre de 2016 de manos de monseñor Javier Echevarría. Fue la última vez que el prelado del Opus Dei, recientemente fallecido, presidió una ordenación sacerdotal. Eduardo guarda en su memoria «el cariño, la cercanía, el buen humor, el optimismo, la referencia constante a Dios» del que ha sido el segundo sucesor de san Josemaría al frente del Opus Dei. Y también «su amable exigencia para que seamos muy apostólicos y tratemos de encontrar a Dios en lo ordinario»

José Calderero de Aldecoa
Monseñor Javier Echevarría y Eduardo Ares en la ceremonia de ordenación

Eduardo Ares fue ordenado sacerdote por monseñor Javier Echevarría el 4 de septiembre de 2016. Fue la última vez que el prelado del Opus Dei, fallecido el 12 de diciembre, confiriera el sacramento del orden sacerdotal. En aquella ceremonia, que tuvo lugar en el Santuario mariano de Torreciudad, Echevarría impuso las manos a Eduardo y a otros cinco diáconos: Alejandro Arenas, Miguel Ángel Correas, Pablo López, Carlos Rodríguez e Irineo Pallares.

«Fueron días de alegría desbordante. Me sentí un tanto abrumado por el cariño y la oración no solo de mi familia y mis amigos, sino también de muchísimas personas que no me habían visto nunca, pero que me saludaban y se alegraban de verme como si nos conociésemos de toda la vida o me hacían llegar su cercanía a través de la red desde los lugares más remotos del planeta», recuerda Eduardo. «Por supuesto, traté de rezar mucho y estar muy cerca del Señor y de su Madre, consciente de que iba a recibir, por pura bondad de Dios, un regalo totalmente inmerecido. El mejor regalo del mundo», añade.

Recuerdos del prelado

De los días en torno a su ordenación, Eduardo guarda en su memoria «el cariño, la cercanía, el buen humor, el optimismo, la referencia constante a Dios» del que ha sido el segundo sucesor de san Josemaría al frente del Opus Dei. Y también «su amable exigencia para que seamos muy apostólicos y tratemos de encontrar a Dios en lo ordinario».

Monseñor Echevarría «me animó a ser muy fiel y a tratar de ser cada vez más piadoso en la celebración de la Santa Misa». Y especialmente grabadas se le quedaron las palabras que le dijo en la ordenación diaconal, que también fue presidida por el Padre —como cariñosamente definen al prelado los miembros del Opus Dei—. Me dijo: “Edu, esto sí que es un cuento bonito”».

La vida es cuento

Eduardo Ares es doctor en Filología Clásica. En 2006 aprobó la oposición de profesor de Lengua Castellana y Literatura y ha dado clases durante 17 cursos en el colegio Los Olmos, IES Valdebernardo y el IES Anselmo Lorenzo.

Durante su carrera, el nuevo sacerdote ha compaginado su labor como docente con la narración oral escénica, mundo en el que consiguió despuntar. En 2005 se alzó con el premio Chamán que concede la Cátedra Itinerante Iberoamericana de Narración Oral Escénica.

La pasión por la narración oral escénica de cuentos le viene desde su época en la universidad. Se organizó un espectáculo de cuentos «que yo pensaba que era para niños y me quedé fascinado». Un amigo le animó entonces a hacer un taller de cuentacuentos.

Y del negro de la vestimenta habitual de los cuentacuentos ha pasado ahora al negro de la sotana de sacerdote. «Empecé a contar cuentos porque me apasionan los cuentos, las historias, sin pensar que todo era una preparación, sin saber que un día me dedicaría a contar la historia más hermosa del mundo, que además no es un cuento», concluye.