Bosco Gutiérrez: «Sobreviví gracias a la fe» - Alfa y Omega

Bosco Gutiérrez: «Sobreviví gracias a la fe»

Entrevista a Bosco Gutiérrez, la persona real que inspiró la película Espacio interior

Juan Orellana

¿En qué le ayudó la fe para afrontar la situación del secuestro?
La fe fue un factor fundamental una vez que me dispuse a sobrevivir por el recuerdo de mi familia. Estoy convencido de que el ofrecimiento que hice a Dios, así como la claridad con que tracé mi plan de vida, fue por la oración de tanta gente que rezó por mí, la oración de tantos seres queridos. Amigos e incluso gente que no conozco, me hace vivir en deuda. La fe heredada por mis padres y hecha mía en forma práctica en el secuestro fue la columna vertebral de mi supervivencia.

¿Cree que la película refleja lo más significativo de su experiencia?
Sí, en lo humano. Se queda corta en lo espiritual. Para completar y entender la experiencia mejor, recomiendo leer el libro 257 dias, escrito por José Pedro Manglano y editado por Planeta.

¿Es posible perdonar a quienes hacen algo así?
La primera inclinación natural del ser humano ante el daño es reaccionar de forma negativa, incluso pensar en la venganza; sin embargo, durante los nueve meses de oración, lucha día a día, acabé por perdonarlos incluso por escrito. Además, creo que el sorpresivo escape (bendita irresponsabilidad, como yo lo entiendo) fue fundamental para que yo acabara de perdonar. Estoy convencido que, sin la fe y la ayuda de Dios, no podemos acabar de perdonar. En cuanto entiendes que, finalmente, también lo malo se puede convertir en bueno, todo se puede perdonar. El perdón es un don de Dios, difícil, pero no imposible.

¿En qué le ha cambiado la experiencia vivida?
Soy el mismo, pero con una experiencia que me mantiene muy agradecido, como quien vive su segunda oportunidad; los 9 meses vividos en el secuestro han sido para mí el tiempo más productivo de toda mi vida. La experiencia personal de vida disciplinada, control mental, oración, lucha…, a pesar de haber estado en una situación límite, ha sido mi mayor inspiración para sobrellevar los problemas de la vida. El recuerdo de esta historia me ayuda a seguir luchando con el convencimiento de que, con Dios, todo se puede, y sin Él, no podemos ni la más mínima cosa.

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