Black Mirror, algoritmo televisivo - Alfa y Omega

Yuval Noah Harari, autor de moda en la literatura cultureta, considera que la muerte es un problema técnico. ¿Y la vida entonces? Aquí no se trata de Harari sino del creador del Black Mirror, Charlie Brooker, que, al fin y al cabo, viene siendo parecido. Por cierto, Brooker es el mismo de la británica serie Dead set, aclamada por la crítica cool, nominada para los premios Bafta. Tercera temporada ya de Black Mirror, recién estrenada. En definitiva de lo que se trata es de pensar en qué mundo estamos, hacia qué mundo vamos y qué le estamos dejando en herencia a nuestros hijos. ¿Solo tecnología? Lo bueno y lo malo, sin maniqueísmos. Un momento, paren la televisión, que me bajo.

Black Mirror nos dejó noqueados con el primer capítulo que reflexionaba sobre el poder de los medios, de la televisión. La princesa Susana, al fin y al cabo. Británica en su origen, Channel 4, y ahora producto de Netflix, la omnipresente Netflix, nos presenta la distopía tecnológica. No nos engañemos. No nos habla sobre la vida futura, es la vida presente en perspectiva. Su clave son las tramas. La tecnología que es capaz de hacer que la persona amada regrese en forma de carne sintética, sin alma; la tecnología que convierte la justicia humana en un parque temático; la tecnología de las nuevas redes sociales que definen la identidad personal en el algoritmo Me gusta…

Aunque los puristas de la cosa y de la causa digan que Black Mirror es una serie solo por el hecho de que se emite en serie, y no tenga protagonistas comunes, sí tiene un fondo y una forma común, el mundo que domina la vida y la muerte. Porque ahí, la ciencia, a través de la tecnología, es capaz de transformar la definición de lo humano y convertir a la persona en un apéndice de un sistema de conexiones, de sinapsis. Cambia la definición y la forma de la vida en sociedad. Realidades, más que conceptos, como justicia, bien, verdad, se transforman en parte del sistema. Orwell y Huxley juntos.

Y, por cierto, actores, caras conocidas del universo de la series en serie, Michael Kelly, Jerome Flynn, Kelly MacDoland… El que dijo que la cuestión ya presente, y en no menor medida futura, de la doctrina social de la Iglesia es la antropológica había intuido también lo que nos venía encima con Black Mirror.