Cardenal Maradiaga: En la parroquia se juega la vida de la Iglesia - Alfa y Omega

Cardenal Maradiaga: En la parroquia se juega la vida de la Iglesia

En el marco de las III Jornadas de Pastoral organizadas por la Archidiócesis de Toledo, el cardenal don Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, arzobispo de Tegucigalpa y coordinador del Consejo de cardenales, ha subrayado la importancia de la parroquia como el lugar en el que se juega la vida eclesial

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El cardenal Maradiaga ha protagonizado las III Jornadas de Pastoral organizadas por la Archidiócesis de Toledo, con una ponencia sobre La parroquia: comunidad de comunidades e Iglesia en la Iglesia. Ante un auditorio de más de 750 personas, afirmó que «toda parroquia está llamada a ser el espacio donde se recibe y acoge la Palabra, se celebra y se expresa en la adoración del Cuerpo de Cristo y, así, es la fuente dinámica del discipulado misionero». En este sentido ha expresado que «su propia renovación exige que se deje iluminar siempre de nuevo por la Palabra viva y eficaz», y ha invitado a los presentes a cuestionarse: «¿Se vive y se siente así en mi parroquia?».

Al «repensar la parroquia» –ha manifestado– esta se convierte en «la comunidad de discípulos misioneros» y desde esta perspectiva se debe «re-comenzar» y «re-partir» desde un único principio: Cristo. «Si no se comienza por ahí, ¿por dónde habría de comenzar la renovación de tu parroquia? ¿Hacia dónde lleva una conversión pastoral sin el Señor?». También ha hecho referencia a la opción coherente de la Parroquia por los pobres, pues si adopta esta opción todo el trabajo evangelizador, modificará sus estructuras y prioridades pastorales, y las mantendrá indisolublemente vinculadas con el trabajo de promoción humana y de auténtica liberación.

El cardenal Maradiaga ha dicho que hacerse y ser «comunidad de comunidades» no es solamente una recomendación acertada para la pastoral de las parroquias, pues pertenece a la esencia misma de la vida cristiana. Ante la tentación, muy presente en la cultura actual, de ser cristianos sin Iglesia y las nuevas búsquedas espirituales, ha realizado un llamamiento a integrarse en la comunidad parroquial y ha afirmado que todos los miembros de la parroquia han de sentirse responsables de la evangelización de las personas de cada ambiente.

Ha hecho referencia a la necesidad de tener «inteligencia pastoral y creatividad para llegar a ser una red bien tejida de comunidades vivas portadoras de la Buena Noticia del Reino de Dios. Esto urgirá como estrategia una sectorización; y va a suponer y a llevar consigo, particularmente en los centros urbanos y en las periferias, una saludable dinámica descentralizadora». Por eso ha expresado que «los discípulos misioneros han de ir dando lugar a una descentralización de los servicios eclesiales, de modo que sean muchos más los agentes de pastoral que se integren a esta misión». Finalmente, ha concluido manifestando que «la inteligencia pastoral nos sugiere la necesidad de continuar construyendo actitudes nuevas y estructuras nuevas en el esfuerzo de hacer de nuestras parroquias comunidades que viven y proyectan fraternidad».