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Iglesia y Corona, independencia y colaboración

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Foto: GTRESONLINE

Con la renuncia al derecho de presentación de obispos por parte del rey Juan Carlos se inició una nueva y fructífera etapa en España en las relaciones Iglesia-Estado. Desde entonces, la buena sintonía entre los sucesivos Papas y episcopados españoles con la Corona ha sido de algún modo la rúbrica a un modelo de entendimiento basado en el principio de «mutua independencia y sana colaboración», según la terminología del Concilio Vaticano II empleada el martes por el cardenal Ricardo Blázquez. El rey Felipe agradeció «la vocación de servicio y ayuda a la sociedad española» de la Iglesia, especialmente visible «en los momentos de crisis».

Por estas y otras razones, al conmemorar los 50 años de la erección de la Conferencia Episcopal, el monarca dijo que «los españoles debemos reconocer y agradecer a la Iglesia la intensa labor» que realiza. Pero ese mismo agradecimiento se lo deben a su vez los católicos españoles a la monarquía. Gracias a ella España es hoy un país democrático en el que es posible vivir en un marco de sana aconfesionalidad, lo que permitió al cardenal Blázquez decir el martes, en nombre de una inmensa mayoría de creyentes, que «nos sentimos reconocidos en el marco de nuestra Constitución».