Una JMJ es muy necesaria para Polonia ahora - Alfa y Omega

Una JMJ es muy necesaria para Polonia ahora

En 2016, Polonia se convertirá, junto con España, en el segundo país —fuera de Italia— en acoger por segunda vez una Jornada Mundial de la Juventud. El ahora cardenal Kazimierz Nycz vivió la JMJ de Czestochowa como obispo auxiliar de Varsovia, y fue testigo de los frutos de profundización en la fe que supuso la Jornada durante los años siguientes. Ahora, como arzobispo de esta misma diócesis, subraya la necesidad de que esta experiencia se repita

María Martínez López

¿Qué cree que significará esa JMJ para la nación polaca y la Iglesia en el país?
Después de la Jornada de 1991 en Czestochowa, sabemos que los frutos han sido mucho más grandes de lo que experimentamos mientras estábamos allí. También después hubo frutos muy grandes: en la religiosidad de la gente, en un acercarse de los jóvenes a la Iglesia, en las vocaciones al monasterio y al claustro. En este momento, una JMJ es muy necesaria para Polonia y toda Europa, para promover todo esto de nuevo.

¿También fue importante para el país, más allá del aspecto meramente religioso?
1991 era un momento particular. Las cosas no eran tan difíciles como en 1989, antes de la caída del comunismo; de hecho, el mayor problema para la JMJ fue el transporte, la dificultad de moverse por Polonia. Las palabras del Papa entonces fueron muy importantes para nosotros. La peregrinación a Czestochowa con el Papa fue en agosto; pero estuvo antecedida por una peregrinación de los jóvenes, en junio, sobre los diez mandamientos. Estas dos peregrinaciones fueron muy importantes en relación con la formación de los jóvenes, porque mucha gente entonces entendía la libertad como hacer lo que se quisiera. Era algo relacionado con el final del comunismo y con la llegada de los medios libres, que acentuaron un libertinaje —más que una libertad— que antes no era conocido en Polonia.

Ha cambiado mucho desde entonces. ¿A qué desafíos se enfrenta la Iglesia en Polonia ahora?
Sí, ha cambiado mucho: económicamente, industrialmente… Pero la crisis de Europa se siente también en Polonia; que, gracias a Dios, es uno de los países europeos donde hay muchos católicos practicantes. Estamos viviendo un momento de pluralismo muy grande, con distintas ideas y concepciones de la realidad, y de un fuerte relativismo moral. Éste es el principal problema de la Iglesia hoy, luchar contra ese relativismo. Y seguro que esta Jornada Mundial de la Juventud nos va a ayudar mucho a profundizar en la relación de nuestra vida con el Evangelio.