Exposición Somos Migrantes: la mujer que confundió a su marido con una maleta - Alfa y Omega

Exposición Somos Migrantes: la mujer que confundió a su marido con una maleta

La exposición Somos Migrantes, organizada por Entreculturas y el Servicio Jesuita a Migrantes en Caixa Forum Madrid, invita al visitante a ponerse en la piel de los inmigrantes a su paso por la frontera entre México y Estados Unidos, en el cruce del Estrecho o en la huida de la guerra siria. 38 fotografías realizadas por 14 fotógrafos muestran esta realidad en primera persona. Se puede visitar hasta el 8 de enero de lunes a domingo y cuenta con material didáctico para trabajar con mayores de 14 años

Cristina Sánchez Aguilar
Foto: Javier Urrecha / Entreculturas

Solo en el último año un millón de inmigrantes indocumentados intentaron cruzar la frontera entre Estados Unidos y México. Cifra que, aunque parezca masiva, dista mucho de los ocho que lo intentaron entre 2006 y 2007. Aun así, «solo el 15 % de los que llegan consiguen cruzar», explica Javier Urrecha, fotógrafo y coordinador de desarrollo institucional de la ONG jesuita Entreculturas, organizadora junto con el Servicio Jesuita a Migrantes de la exposición Somos Migrantes (www.somosmigrantesexposicion.org). Precisamente suya es la fotografía que mostramos en la parte superior de esta página, que busca reflejar «la soledad del viaje, los abusos y los traumas que llevan consigo los migrantes durante el tránsito por México». La imagen forma parte de la serie fotográfica México, una recopilación que documenta diversas etapas en el trayecto, tanto en el famoso tren de mercancías La Bestia como en los albergues que el Servicio Jesuita a Migrantes mexicano pone a disposición de los indocumentados. Uno es el conocido como Hotel migrante, situado justo en la línea fronteriza entre la ciudad mexicana de Mexicali y Calexico, en California. Por el albergue, que reutiliza un hotel abandonado, han pasado ya más de 40.000 deportados y víctimas de asaltos, extorsiones y abusos.

Foto: Mónica Lozano / Entreculturas

Borders

Un hombre escondido en una maleta. Le vemos en la imagen (abajo) de la fotógrafa mexicana Mónica Lozano. La foto –y toda la serie Borders, en la que está incluida– recrea una historia real interpretada de forma artística. Este caso ocurrió en Berlín. «Un hombre se introdujo en una maleta que su mujer colocó en un tren. Quería cruzar a la Alemania del Oeste, pero fue descubierto por los guardias en el check point Charlie y fue forzado a regresar. 13 años después pudo cruzar libremente, ya caído el Muro», explica la autora.

En la exposición se puede ver también la fotografía Sr. Silla, que representa la huida de un hombre de Ciudad Juárez a El Paso, en Texas. Se introdujo dentro de un asiento de coche, pero fue detenido en la aduana. O la Rueda, en la que una mujer marroquí se escondió en una rueda de coche en la que viajó durante seis horas para cruzar de Marruecos a Algeciras. O la mujer Mojada, que cruzó el río Tumen aferrada a una llanta para salir de Corea del Norte y llegar a China. Actualmente vive en Tailandia, el único lugar donde no puede ser deportada.

Marruecos y Siria

Los cientos de mujeres que acampan en las montañas de Selouane, en Marruecos, son las otras protagonistas de la exposición. Viven en doce campamentos en los que esperan durante meses, incluso años, para llegar a España. A escasos metros está el conocido monte Gurugú, donde los hombres malviven en medio del bosque. En la mayoría de las ocasiones, cuando consiguen saltar la valla, son devueltos en el acto a suelo marroquí. De fondo, vemos el campo de golf de Melilla, y la foto de José Palazón –fundador de la ONG Prodein– que dio la vuelta al mundo hace un año y que ha cedido para Somos Migrantes.

Completa el ciclo la serie fotográfica Conflicto sirio, que muestra el fracaso de la Unión Europea para acoger a los refugiados. El fotoperiodista Sergi Cámara, que expone sus fotografías en esta muestra, afirma que de las cosas que más le impactaron durante su inmersión en el éxodo de miles de personas fue «su enorme dignidad. El mundo no les ayuda en la búsqueda de seguridad, pero ellos se levantaron y siguieron avanzando».