Nuevo Viernes de Misericordia: el Papa visita a un grupo de sacerdotes secularizados - Alfa y Omega

Nuevo Viernes de Misericordia: el Papa visita a un grupo de sacerdotes secularizados

Francisco ha dado un tono muy distinto al Viernes de Misericordia de noviembre. En lugar de visitar a personas excluidas por la sociedad, se ha fijado esta vez en otras que viven una situación de «malestar espiritual»: antiguos párrocos, cuya decisión de abandonar el sacerdote a menudo no comprendieron ni la Iglesia ni sus familias

Ricardo Benjumea
Foto: L’Osservatore Romano

Nuevo Viernes de la Misericordia del Papa, probablemente el último del Año Santo. Tras recibir unas 6.000 personas sin techo, Francisco se dirigió a Ponte di Nona, un barrio en la periferia de Roma, donde visitó a 7 familias formadas por jóvenes que a lo largo de los últimos años han dejado el sacerdocio. Según explicó Radio Vaticano, «el Santo Padre ha querido ofrecer un signo de cercanía y afecto a estos jóvenes que han cumplido una elección a menudo no compartida por sus hermanos sacerdotes y familiares». Personas que, tras «diversos años dedicados al ministerio sacerdotal desarrollado en las parroquias, se han dado el caso que, la soledad, la incomprensión y el cansancio por el gran compromiso de responsabilidad pastoral, han puesto en crisis» su vocación al sacerdote, desencadenando «meses y años de incertidumbre y de dudas», hasta finalmente «dejar el presbiterado y formar una familia».

Entre esos sacerdotes había uno procedente de Madrid, otros cuatro de la diócesis de Roma y otro más de América Latina.

Según Radio Vaticano, «la inesperada entrada del Obispo de Roma en la habitación estuvo enmarcada por un gran entusiasmo: los niños han rodeado a Francisco para abrazarlo, y sus padres no han podido contener la emoción. La visita del Santo Padre ha sido muy apreciada por todos los presentes que han podido sentir no el juicio del Papa por su elección, sino su cercanía y afecto. Mientras el tiempo transcurría rápidamente, el Papa escuchaba sus historias y seguía con atención las consideraciones acerca de los procedimientos jurídicos de los casos individuales. Su palabra paternal ha asegurado a todos sobre su amistad y la certeza de su interés personal».

«De esta manera, una vez más –prosigue a nota de RV–, el Santo Padre ha pretendido dar una señal de misericordia a quien vive en situación de malestar espiritual o material, poniendo en evidencia la exigencia que nadie se sienta privado del amor y de la solidaridad de los pastores».