50 santos para llevar en el bolsillo - Alfa y Omega

50 santos para llevar en el bolsillo

No hay vida de santo aburrida; cosa distinta es que no se sepa contar. Antonio R. Rubio Plo rompe con el estilo descarnado de no pocas hagiografías, y ofrece, en 50 santos para llevar en el bolsillo, publicado en Rialp…

Ricardo Benjumea

No hay vida de santo aburrida; cosa distinta es que no se sepa contar. Antonio R. Rubio Plo rompe con el estilo descarnado de no pocas hagiografías, y ofrece, en 50 santos para llevar en el bolsillo, publicado en Rialp, una atractiva selección de testigos de Cristo, presentados como lo que son: «Personas como nosotros» que «trataron de acomodar sus vidas a la imagen de su Maestro»; amigos de Dios, contemporáneos nuestros, a quienes podemos (debemos)tratar de tú a tú y pedir intercesión. Rubio es colaborador habitual de Alfa y Omega, pero su amistad con esta casa no debe ser motivo de sospecha. Su libro es uno de los recomendados para este verano por el obispo de San Sebastián, monseñor Munilla, junto a obras de Benson, Guardini, el cardenal Schönborn o Robert Spaeman. Sin ser un libro en absoluto de difícil lectura, 50 santos para llevar en el bolsillo convence al lector con sensibilidad cultural y más exigente, que en cada capítulo encontrará algún detalle enriquecedor, y disfrutará al ver a estos santos en diálogo con el pensamiento moderno y contemporáneo. Están los grandes y más conocidos santos (desde san José a san Juan Pablo II, pasando por san Francisco o san Benito), y otros no tan conocidos, como el Beato Vladimir Ghika, obispo mártir rumano, el chileno san Alberto Hurtado, o la Beata zaragozana María Pilar Izquierdo. «¿Qué tienen en común un pescador de la Galiela de hace 2.000 años con una monja de clausura llamada Teresa de Lisieux?», se pregunta, en el prólogo, el hasta hace pocas semanas director de este semanario, Miguel Ángel Velasco. «El denominador común se llama santidad; o sea, alegría, fe, esperanza y amor». En definitiva, todo lo que hace que una vida sea plena.