Una historia de caída y de redención - Alfa y Omega

Una historia de caída y de redención

Redacción

El proceso de acompañamiento especial de la Santa Sede a los Legionarios de Cristo y al movimiento Regnum Christi ha entrado en su última etapa, que será presumiblemente breve. Se acerca ya el final de un doloroso Vía Crucis, que su portavoz en Roma, el padre Benjamín Clariond, define como «una historia de caída y de redención», en la que se ve, «de manera clarísima, el poder de la misericordia de Dios».

En 2006, Benedicto XVI ordena al fundador, el padre Maciel, retirarse a una vida de «oración y penitencia», pero el ahora Papa emérito (así lo afirma en el libro entrevista a Peter Seewald, Luz del Mundo) no dejó de reconocer por ello en los Legionarios a «una comunidad sana» llena de «personas jóvenes que quieren servir con entusiasmo a la fe». La Santa Sede ordena una Visita apostólica, que concluye en 2010 con el nombramiento de monseñor Velasio de Paolis como delegado pontificio. Su mandato se extiende hasta la celebración del Capítulo General extraordinario celebrado a inicios de 2014.

La congregación aprobó en ese Capítulo unas nuevas constituciones, que presentó al Papa Francisco el 25 de febrero pasado. El prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz, entregó, el pasado jueves, al padre Eduardo Robles-Gil las conclusiones de la Santa Sede, y le comunicó el nombramiento del padre jesuita Gianfranco Ghirlanda, como asistente pontificio de la Legión de Cristo. Su principal cometido será asesorar a la congregación en la introducción de algún ajuste en las Constituciones para su aprobación definitiva. El Vaticano pide aclarar mejor la relación del movimiento con la Legión de Cristo, y hacer más explícitas en el texto las referencias al Concilio y al Código de Derecho Canónico. Pero en lo sustancial, se confirma que la Legión de Cristo vuelve a estar oficialmente bajo el paraguas de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, como el resto de congregaciones religiosas.