Una Madre, mil caricias - Alfa y Omega

Una Madre, mil caricias

Una madre no tiene varios hijos, sino varias veces un hijo al que quiere de forma única. Del mismo modo, la Virgen María tiene un gesto, una caricia única para cada hijo. También cada uno de sus santuarios tiene algo especial. Con el objetivo de que los fieles visiten, en una sola peregrinación, varios de ellos, nació Ruta Mariana. A este acuerdo entre santuarios del noreste de España y del sur de Francia acaba de unirse el andorrano de Meritxell, recién erigido en basílica menor

Redacción

El Pilar

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Entre los santuarios marianos del mundo, El Pilar ocupa un lugar especialísimo. «Es el primero dedicado a la Virgen, y el único en el que ella se apareció en carne mortal, cuando todavía vivía». Lo explica don Manuel Almor, Deán del Cabildo metropolitano y Rector de El Pilar. De hecho, en octubre comenzará en Zaragoza un Año Jubilar, al cumplirse 1.975 años desde la aparición, en el año 40, cuando la ciudad todavía era Caesar Augusta.

Dentro de la Ruta Mariana, El Pilar destaca también por ser «el único santuario urbano. Está en el centro de Zaragoza, y forma parte del ir y venir diario de la gente, que dicen: Voy a ver a la Virgen, igual que dicen: Voy a ver a mi madre». La actual casa de la Virgen se construyó en el siglo XVII, y su corazón, como en los templos anteriores -primitivo, románico y mudéjar-, es el pilar dejado por la Virgen. «Sobresale por encima de toda la ciudad y es, para muchos, el lugar donde se va a llorar las penas, a comunicar las alegrías, a reflexionar».

Torreciudad

Don Javier Mora, Rector de Torreciudad (Huesca), explica que, aunque la Virgen de Torreciudad es de origen medieval (siglo XI) y ha sido muy venerada en las comarcas de Somontano y Ribagorza, «cuando san Josemaría Escrivá decidió hacer el santuario nuevo, la devoción se universalizó», y ha llegado incluso a Corea. El nuevo santuario, inaugurado en 1975 , «quiere ser una muestra de agradecimiento y cariño a la Virgen por todos los beneficios que han recibido san Josemaría y el Opus Dei, desde la curación del fundador cuando era niño», hasta los muchos favores que se siguen recibiendo hoy.

Las prioridades del santuario están muy relacionadas con las necesidades actuales de la sociedad. Se trata de un santuario «donde se cuida especialmente todo lo que sea la familia. La Jornada Mariana de la Familia, en septiembre, es cuando vienen más peregrinos. También se pensó como un lugar de conversión. Hay 40 confesionarios, siempre con sacerdotes dispuestos, y la proximidad e intercesión de la Virgen hacen que las almas encuentren la paz consigo mismo y con Dios. Hay muchísimas confesiones y conversiones».

Lourdes

La Gruta de Massabielle, en las estribaciones del Pirineo francés, es «el centro y corazón de todo» lo que significa Lourdes: las basílicas, iglesias y capillas, los centros de acogida -sobre todo de enfermos-, los vía crucis monumentales de la montaña y la pradera, las impresionantes procesiones, los seis millones de peregrinos que visitan el santuario cada año… todo es «el eco y la ampliación» de las 18 apariciones de la Virgen a una chica de 14 años, Bernardita Soubirous, en 1858. Lo explica el padre Teótimo González, coordinador de la pastoral en español del santuario.

El padre Teótimo subraya el «atractivo especial que tienen los signos de Lourdes: el agua, sin ser milagrosa, es signo de vida, de purificación y de gracia de Dios; la roca, signo de la fortaleza y la seguridad que encontramos en Dios; la luz, signo de fe y de oración. Las multitudes, un pueblo de todas las naciones; los enfermos, símbolo de las dolencias y la fragilidad de todos; y los voluntarios, que los acompañan y atienden, signo de caridad con los hermanos».

Meritxell

«Para los andorranos, desde el siglo XII, la Virgen de Meritxell ha sido la luz que les ha guiado», haciendo honor a su nombre, que significa mediodía. Lo explica mosén Ramón Rossell, Rector de este santuario. «Es muy difícil comprender Andorra sin Meritxell. Por ejemplo, el Gobierno la declaró Patrona en 1873, un momento de mucha pobreza y problemas políticos». Pío X ratificó la decisión el 13 de mayo de 1914. Ahora, al cumplirse un siglo de ese momento, ha sido erigida en basílica.

Por eso, no es extraño que la Virgen luzca la bandera, roja, amarilla y azul, de Andorra. «Meritxell era lo que unía a Andorra. El camino real pasaba al lado del santuario», por lo que el templo mariano era lugar de visita obligada. «Según la leyenda, la misma Virgen eligió este lugar para tener su templo», ya que su imagen apareció en él hasta tres veces. Mosén Ramón cree que este carisma de unidad y comunión entre Francia y España es lo que su santuario puede aportar a la Ruta Mariana, en línea con el lema de Andorra: Virtus unita fortior (La virtud, unida, es más fuerte). «Las montañas no son fronteras, sino brazos», subraya.

Montserrat

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Josep Altayó, de L’Arsa, la empresa que colabora en la gestión de este santuario, explica que Montserrat (Barcelona) «es una montaña única en el mundo; un paraje no sólo espectacular desde el punto de vista geológico», sino también por el santuario dedicado a la Virgen de Montserrat, La Moreneta, una talla románica policromada, a caballo entre los siglos XII y XIII, que según la tradición fue hallada en una cueva. También es clave la presencia de un monasterio benedictino con casi mil años de Historia, cuyos monjes «dedican su vida al trabajo y a la oración, custodian la imagen de la Virgen de Montserrat, y acogen a peregrinos y visitantes», con los que comparten los actos de culto. En definitiva, se trata de todo «un museo al aire libre».