Monseñor Osoro invita a más de 800 niños a cambiar Madrid con él - Alfa y Omega

Monseñor Osoro invita a más de 800 niños a cambiar Madrid con él

El arzobispo de Madrid, monseñor Carlos Osoro, se ha comprometido durante el Encuentro Diocesano de Niños a «hablaros siempre del único amo de nuestra vida», Jesús, y les ha invitado a «servir a Dios y a repartir lo que tienen, también la fe»

María Martínez López

«Los niños de Madrid son amigos del bien. Los niños de Madrid solo tienen un amo: Jesús. Los niños de Madrid sirven a Dios, y por eso reparten lo que tienen, también la fe. Si hacemos» esto «todos los que estamos aquí, ¡cambiamos Madrid!». El arzobispo de la capital, monseñor Carlos Osoro, ha lanzado el sábado esta invitación a los más de 800 niños que han participado en el Encuentro Diocesano de Niños en la catedral de la Almudena.

Este año, el encuentro ha dado ocasión para celebrar el jubileo de los niños. Todos han pasado por la puerta santa, y cada uno ha ganado la indulgencia plenaria y la ha ofrecido por un alma del purgatorio; y también para empezar a preparar con los más pequeños la fiesta de Nuestra Señora de la Almudena, que se celebra el próximo miércoles.

En la homilía, que ha sido dialogada con un grupo de niños, el arzobispo les ha dicho que «en este jubileo, Jesús se acerca a todos los niños de Madrid, que están aquí representados en vosotros, y os dice: “Venga, haced amigos, pero con el bien”», no con lo malo. Fueron los mismos niños los que enumeraron ese bien: «Ayudar a los demás, perdonar, cuidar a los necesitamos, dar gracias, respetar, compartir, rezar para que no haya guerras…».

El compromiso del obispo

En segundo lugar, monseñor Osoro subrayó que «el dueño de mi vida tiene que ser Jesús, hay que hacerle hueco en nuestro corazón». Quien tiene a Jesús como su señor, no puede «hacer un dios del dinero. Si yo tengo algo y sirvo a Dios, ¿qué me pide Él? Que mire las necesidades de los demás».

Otra consecuencia de servir solo a Cristo, es que hay que acoger a todos. «¿No os pasa como a mí, que a veces nos cuesta aceptar a alguno? –reconoció el arzobispo– Pero Jesús quiso a todos», hasta el punto de pedir a Dios que perdonara a los que se burlaban de Él en la cruz. «Nosotros, mirándole, también le decimos: “Perdónanos, porque a veces tenemos otro amo que no eres tú: el egoísmo, el mirar para nosotros, el odio, la envidia”».

Monseñor Osoro se comprometió con los niños a «intentar hablaros siempre de este amo. Pero tenéis que rezar por mí, para que os dé ejemplo, para que el único dueño de mi vida sea Jesús, y yo sea libre. Cuando en la Misa oigáis “por nuestro obispo Carlos”, es este pinta que está aquí. Cuando lo oigáis, decid: “Jesús, ayúdale”».

Más allá de la catequesis

El delegado diocesano de Infancia y Juventud, Pedro José Lamata, explica a «Alfa y Omega» que el Encuentro Diocesano de Niños persigue dos objetivos. El primero es buscar «una educación completa del niño», que «vaya mucho más allá de la catequesis de iniciación». Por ello, es bueno que «en su tiempo libre los niños se acerquen a la catedral y a su patrona».

En segundo lugar, aunque «los niños pueden tener una experiencia muy bonita de Jesús en sus colegios y sus parroquias», hace falta «que estén con otros niños y con su obispo» para que «surja una experiencia de Iglesia; una Iglesia alegre y festiva. A lo largo de los años muchos niños han participado en estos encuentros, y muchos de ellos son hoy jóvenes comprometidos con la Iglesia en sus parroquias o en distintos movimientos y asociaciones».