Los presos creen en Dios - Alfa y Omega

Con frecuencia cuando se pronuncia la palabra cárcel nos viene a la mente un lugar para encerrar a los que cometen delitos. Pero para el privado de libertad es un lugar, un tiempo para reflexionar y encontrarse con uno mismo, con los demás y con Dios. Cuenta su experiencia una voluntaria de la capellanía en Soto del Real:

«No voy a juzgar a nadie, sino a tratarlos como personas, con sus ilusiones, inquietudes, aciertos y equivocaciones, trabajando por la liberación integral de la persona. Mi experiencia me dice que los presos también creen en Dios, a pesar de que en muchos momentos de su vida no lo han tenido presente. Por eso puedo decir que la cárcel es lugar de Dios. Él está junto a cada uno de ellos, esperando a que le hagan un hueco para manifestar su amor y su perdón de mil maneras.

La presencia de Dios entre las rejas se experimenta en la Eucaristía, en los encuentros personales, en la forma de asumir su realidad. Os puedo decir que, como catequista, cuando preparamos los sacramentos tengo la suerte de vivir la experiencia de la ternura y cercanía de Dios en sus vidas. Es un regalo poder caminar con ellos en su crecimiento en la fe; ser partícipe de sus anhelos, inquietudes, miedos y esperanzas y, sobre todo, poder manifestarles que Dios los aguarda con los brazos abiertos para abrazarlos y darles su amor.

Ellos, por su parte, manifiestan el deseo y la necesidad de encontrarse con Alguien que dé sentido a sus vidas, con el Dios de la esperanza y del perdón, que levanta y cura y abre los ojos de su corazón para emprender un camino nuevo. La experiencia de fe en Dios se va construyendo cada día y Él respeta siempre los tiempos y los ritmos del corazón humano.

Hoy más que nunca, cuando el Año de la Misericordia está llegando a su fin, me siento llamada junto con mis compañeros y el capellán, a hacer posible que los privados de libertad sientan la misericordia de Dios mas allá de las limitaciones y pecados. Descubrir el rostro de Jesús en cada preso es un reto, un regalo y una apasionante tarea».