Antonio López García-Nieto: «Cuando los diablos me ven con Jesús se van corriendo» - Alfa y Omega

Antonio López García-Nieto: «Cuando los diablos me ven con Jesús se van corriendo»

La república de Vanuatu, en el Pacífico, está formada por un archipiélago de 83 islas. Descubierto en 1606 por los españoles es, según el informe World Risk Report, el lugar con mayor riesgo de desastres naturales del mundo. En 2015 Vanuatu sufrió en pocas semanas un ciclón, un terremoto y una erupción volcánica. Entre una naturaleza caprichosa y centenares de tribus ancladas a las creencias ancestrales vive desde hace casi 20 años el misionero pacense Antonio López García-Nieto, hermano del Sagrado Corazón y único español en el país. Es profesor de Francés, Matemáticas y lo que se tercie en un colegio de la misión en la isla de Tanna, donde conviven unas 25.000 personas —aunque es difícil saberlo, porque no existen registros de nacimientos ni de defunciones—, cinco lenguas diferentes y multitud de sectas. Antonio a veces se traba con el español, porque hace años que no lo habla

Cristina Sánchez Aguilar
Antonio, en la misión con los niños del colegio. Foto: Archivo personal de Antonio López García-Nieto

Europa se paraliza con un terremoto. ¿Cómo se vive allí ante un peligro constante?
Estamos acostumbrados. La población es muy consciente, porque convive con los desastres naturales. Pero no les preocupa mucho que venga otro ciclón como el del año pasado, que dejó decenas de muertos y un país arrasado, porque han reconstruido las chozas exactamente igual que antes. Nosotros estamos levantando el colegio de nuevo, pero con estructura y materiales más resistentes.

¿Cuál es la religión predominante en Vanuatu?
El país, en la Constitución, se dice cristiano. Fundamentalmente son protestantes, presbiterianos en el norte y anglicanos en el sur. Los católicos no llegaron aquí hasta finales del siglo XIX, y concretamente en Tanna, la isla donde está mi misión, no llegaron hasta 1933. Ahora, más o menos el 12 % de la población es católica. Los primeros cristianos de Tana aún viven, pero todavía es una religión muy débil. Hace falta mucho tiempo para que la fe cale hondamente en un país, y más aquí, que todavía conviven con el animismo.

Foto: Archivo personal de Antonio López García-Nieto

¿Todavía funciona el sistema tribal?
Sí, aún viven en poblados pequeños, alrededor del jefe de la tribu. Este formato viene de lejos, cuando las islas estaban completamente aisladas y solo salían de su zona de tierra para guerrear con otras tribus y evitar ser comidos por sus vecinos. En Vanuatu eran antropófagos.

¿Cómo se predica el Evangelio entre tribus?
Lo primero, aprendiendo el bislama, el idioma que todos conocen, aunque luego haya más de 100 lenguas locales. Después, teniendo un gran respeto por las tradiciones ancestrales. Por ejemplo, creen muchísimo en la presencia de los espíritus y en la naturaleza. Tienen una especial adoración por las piedras, a las que consideran vivas. En cada poblado hay piedras buenas y malas, y controlan la lluvia, el sol o las cosechas. Hay un responsable de cuidarlas, de ponerle plantas alrededor… Si, por ejemplo, no llueve y en la tribu hay una piedra de lluvia, el responsable será considerado culpable y se generan problemas muy grandes. Luego tienen pánico a los espíritus malignos que salen por la noche, por lo que no verás a nadie fuera de la choza cuando anochece. Yo voy solo a la enfermería o donde toque en plena noche, y me preguntan por qué no tengo miedo. Siempre les digo que los diablos son los que tienen miedo de mí, y que cuando me ven dicen: «¡Que viene Antonio con Jesús!» y se van corriendo. Aprovecho para recordarles que quien está con Jesús no tiene que tener miedo al mal.

¿Hay vocaciones en el país?
Ahora están decreciendo, pero hubo un boom en los años 90. Todo el clero del archipiélago es local, y en nuestra misión somos cuatro, yo el único extranjero.