Barcelona equipara a todas las confesiones religiosas en el reparto de los recursos - Alfa y Omega

Barcelona equipara a todas las confesiones religiosas en el reparto de los recursos

El Ayuntamiento presenta nuevos protocolos para forzar subvenciones a los credos minoritarios, ya que no tendrá en cuenta el número de fieles

ABC
Foto: www.sagradafamilia.org

El Ayuntamiento de Barcelona quiere «normalizar» –dice, literalmente– la diversidad de cultos y da un paso más para que todas las entidades religiosas tengan el mismo trato aunque representen a un porcentaje muy pequeño de la población. El Consistorio liderado por la alcaldesa Ada Colau (Barcelona en Comú) pretende así seguir con su defensa del laicismo y la «igualdad» de todos con una batería de medidas que obvian que la mayoría de los barceloneses son abiertamente católicos y que pretenden beneficiar especialmente al resto de religiones minoritarias de la ciudad.

El Consistorio, de hecho, no esconde sus intenciones. Presumiendo de ser una ciudad cada vez más multicultural, el gobierno de Colau presentó ayer sus nuevas medidas enfocadas a fomentar la presencia de la diversidad religiosa en la ciudad y que no haya –afirma– «discriminación ni privilegios», algo «positivo para que se superen ciertos recelos y ciertos perjuicios» y las 21 creencias que conviven en la ciudad –y sus 513 centros de culto– sean vistos por igual, defienden.

En concreto, el área de Derechos de la Ciudadanía, Participación y Transparencia explicó los nuevos protocolos técnicos para garantizar el trato igualitario a todas las entidades religiosas que quieran realizar actividades extraordinarias en el espacio o en los equipamientos municipales. En la misma línea se concretan las posibles tasas a las que se pueden exponer, en función de la actividad.

Más actos en la calle

El Ayuntamiento defiende que en los últimos años las demandas para celebrar actividades han crecido en Barcelona, aunque no aporta cifras concretas. Actos como las tradicionales procesiones de Semana Santa, pero también las grandes fiestas del calendario islámico, las reuniones de la Iglesia Evangélica de Filadelfia, la visita de líderes o referentes espirituales –como el maestro budista Thich Nhat Hahn–, el Baisakhi del sijismo o el Asura de los musulmanes chíitas, entre otros. Con la nueva regulación se pretende dar una «respuesta de forma justa y ecuánime» a las demandas de celebración de actos religiosos y acabar con el «desorden y la dispersión» actual a la hora de permitir estos acontecimientos, aseguró el teniente de alcalde, Jaume Asens.

Según argumentó, hasta ahora los funcionarios de distritos o los responsables de cada equipamiento eran los encargados de dar respuesta a las solicitudes de espacio que las asociaciones religiosas solicitaban. Su criterio, no unificado en toda la ciudad, era el válido. También hay zonas más saturadas de actos, como los barrios de Ciutat Vella, y muchas entidades desconocen la legalidad al respecto, con lo que se daban situaciones paradójicas que dificultaban la celebración de actos.

Para articular estos protocolos, también se prevé reforzar la Oficina de Asuntos Religiosos (OAR) de Barcelona, existente desde 2005 y que ayuda a las 21 religiones de la ciudad en temas de información o con sus ayudas. Las subvenciones, precisamente, son la tercera línea de actuación que impulsará el equipo de gobierno. Así, a partir de ahora se otorgarán hasta 12.000 euros para adecuar y mejorar centros de culto que estén en situación precaria, otra medida que parece pensada para las religiones minoritarias, algunas de las cuales tienen instalaciones con problemas de insonorización, accesibilidad o seguridad. En total, se destinarán a las reformas 220.000 euros este año y otros 285.000 euros el próximo.

El reparto se hará por «criterios de igualdad», independientemente del número de seguidores de cada religión. «Es una convocatoria pública, todos optan por igual a las ayudas», apuntan a ABC fuentes del Consistorio, al tiempo que reconocen que las instalaciones católicas son las que están mejor adecuadas y, por lo tanto, las que menos ayudas requieren. «Es cuestión de fomentar la igualdad de oportunidades», reiteran.

Afear al catolicismo

Los últimos datos del barómetro de religiosidad, de 2014, estiman que en Cataluña hay un 52,4 % de católicos y, muy por debajo, en segundo y tercer lugar, están los seguidores del Islam (7,3 %) o de la Iglésia Evangélica (2,5 %). La diferencia es evidente entre unos fieles y otros, pero el gobierno de Colau, apelando a «la libertad de creencias», afea a la que es su comunidad religiosa mayoritaria.

A nadie se le escapa, además, que la medida parece más un nuevo episodio de las controversias de la regidora frente a los símbolos religiosos católicos. No menos polémicos fueron sus desplantes con la patrona de la ciudad, la Mercè, cuya misa de homenaje hizo desapareció de los actos oficiales de Barcelona nada más llegar a la Alcaldía. O, aún peor, cuando el pasado febrero en la entrega de premios Ciudad de Barcelona se recitó una versión totalmente blasfema del padrenuestro. El Arzobispado de Barcelona declinó ayer valorar las nuevas medidas del Ayuntamiento de Ada Colau.

Anna Cabeza / ABC

Medidas de los ayuntamientos populistas que atacan a la religión católica

Los gobiernos de la izquierda radical, como el Ayuntamiento de Barcelona, ofrecen espacios públicos a las minorías religiosas, pero son restrictivos con la religión mayoritaria.

Sin flores para la Virgen del Pilar

El gobierno municipal de Zaragoza, de la coalición ZEC (Podemos e IU), ha decidido dejar de costear la decoración floral del Rosario de Cristal, que tiene lugar cada 13 de octubre y que constituye una de las más históricas y conocidas manifestaciones de fe popular en honor a la Virgen del Pilar.

Hasta ahora ha sido una tradición que el Ayuntamiento se hiciera cargo de esa decoración floral, pero este año ha sido el último. El equipo del alcalde Pedro Santisteve –que por cargó al Ayuntamiento 15,90 euros por un frasco de gomina– justifica su decisión para ahorrar y para que el Consistorio «sea una administración laica».

Neutralidad confundida con laicismo

Al regidor de La Coruña, Xulio Ferreiro, no le parece suficiente el principio de aconfesionalidad del Estado que aplica desde el gobierno local.

«El Ayuntamiento, ajustará su práctica al principio de neutralidad ideológica y religiosa, garantizando el principio del laicismo», declaró el dirigente de la Marea Atlántica.

Misa del apostól sin autoridades

El alcalde rupturista de la capital gallega, Martiño Noriega, decidió a poco de iniciar su mandato retirar ayudas a entidades como RedMadre, a pesar de dejar claro que no tenían ideología sobre el aborto.

Por otro lado, en uno de los centro mundiales del cristianismo, Noriega se negó a acudir a la Misa del Apóstol, celebrada en la Catedral durante el Día de Galicia.

Carmena da 3 euros por chino, 0,50 por musulmán y 0,05 por católico

La equiparación económica que el Ayuntamiento de Madrid ha previsto para laSemana Santa, el Año Nuevo chino y el Ramadán no atiende a criterios proporcionales con respecto al volumen de la confesión religiosa a la que se entrega.

Según las partidas presupuestadas por el Consistorio, a cada católico en Madrid le corresponden menos de 0,05 euros de los 178.000 asignados para su fiesta; mientras que a cada musulmán le pertenece algo más de 0,50 y a cada chino unos 3 euros, con 150.000 euros entregados a los dos últimos colectivos.

Dado que Madrid capital centraliza una parte importante de las tres celebraciones, tanto a nivel cuantitativo como cualitativo, los cálculos se han hecho en base a los últimos datos disponibles de cada confesión o grupo en la Comunidad de Madrid.

Los presupuestos de 2016, elaborados por el área que dirige Carlos Sánchez Mato, fueron los primeros en incluir una partida para el Año Nuevo chino, que se celebró en febrero, y para el Ramadán, el ayuno musulmán que tuvo lugar en junio.

Calles sin nombres religiosos

El pleno del Ayuntamiento de Sevilla rechazó el pasado mes de febrero tras un tenso debate una moción promovida por IU y respaldada por Participa –la marca local de Podemos– para separar «plenamente» la institución municipal de la religión, con medidas como que los concejales dejen de asistir a los cultos y que los actos municipales prescindan de connotaciones religiosas.

La propuesta también pretendía «retirar nombres religiosos de calles»como Santa Ángela de la Cruz, lo que motivó una concentración de ciudadanos para impedirlo.

R. Pérez / M. Nespereira / ABC