Gil Tamayo: «La clase política tiene que estar a la altura y mirar por el bien común» - Alfa y Omega

Gil Tamayo: «La clase política tiene que estar a la altura y mirar por el bien común»

COPE

El secretario general de la CEE ha pedido en El Espejo de COPE «cohesión, entendimiento y diálogo» a la clase política y que «miren por el bien común de la sociedad». Para ello, insiste, «hay que olvidarse de los intereses particulares. No se puede estar en una rotonda sin tomar ningún camino».

José María Gil Tamayo ha pedido también a la clase política que cuide la educación porque es el futuro de un país. Pide un gran pacto exento de «contagios ideológicos ni intereses partidistas». Un pacto de Estado, añade, «verdadero y sostenible que nos haga superar las divisiones a favor de niños y jóvenes».

En cuanto a lo que está significando el Año de la Misericordia para la Iglesia, José María Gil Tamayo ha recordado que «el Papa ha querido mostrar lo nuclear del Evangelio que es mostrar la misericordia, mostrar un cristianismo que es cercanía. El mejor argumentario para demostrar nuestra fe es la caridad, de mirar con el corazón a quien más nos necesita».

El portavoz de la CEE ha recordado la labor que realiza la Conferencia Episcopal Española en el cincuenta aniversario de su nacimiento. «Es un organismo de servicio, de respeto a los derechos y a la libertad religiosa en nuestro país. Es el instrumento para la implantación del Concilio Vaticano II en las diócesis de España» indica.

José María Gil Tamayo ha hablado del último documento de la CEE Jesucristo Salvador del Hombre del que resalta que «es un abordaje integral a todo el ministerio cristológico desde el punto de vista de la Conferencia Episcopal. El objetivo es acercarnos a la figura de Cristo, el centro de la vida cristiana».

Por último se ha referido al documento Iglesia, servidora de los pobres, en el que los obispos ponen de manifiesto su preocupación por cómo afecta la crisis y las desigualdades a los ciudadanos. Explica que «es una mirada a la sociedad entera, porque muchas veces estas crisis no son por motivos económicos sino provocadas por carencias morales».