«Cuento con todos» - Alfa y Omega

«Cuento con todos»

En sus dos primeros meses como arzobispo de Madrid, monseñor Osoro ha tenido tiempo de visitar las ocho Vicarías, encontrarse con los sacerdotes, los religiosos, los jóvenes, los niños, las familias… A unos y a otros les dice que cuenta con ellos para llevar el anuncio del Evangelio a todos los rincones de la archidiócesis

José Calderero de Aldecoa

Último día de 2014. Toca hacer balance. Para don Carlos Osoro termina un año muy especial. Nombrado arzobispo de Madrid, llegó, entrado ya el otoño, al lugar donde se conocieron sus padres. «Siempre es bonito regresar al nido», confiesa.

Lleva poco más de dos meses al frente de la archidiócesis, y no ha tenido ni un minuto libre. «Dios sabe que no he venido a veranear. He venido en absoluta obediencia», decía hace unas semanas en un encuentro con sacerdotes.

Instalado todavía de forma temporal en una residencia de ancianos regentada por las Hermanitas de los Ancianos Desamparados en Aravaca, monseñor Osoro pronto tendrá que volver a hacer las maletas para instalarse en el palacio arzobispal, una vez que terminen las obras de acondicionamiento.

Los días suele pasarlos en su despacho del Arzobispado, desde donde baja cada mediodía a rezar el ángelus con sus colaboradores de la Curia diocesana. Además, en estos dos meses, don Carlos ha tenido tiempo de patearse la diócesis, y celebrar encuentros con los niños, los jóvenes, los sacerdotes, los religiosos, las familias…

De la teoría, a la práctica

El 18 de diciembre, monseñor Osoro terminó sus visitas a los sacerdotes de cada una de las ocho Vicarías madrileñas, a las que siguió un encuentro con los sacerdotes jubilados. Don Carlos ha animado a sus sacerdotes a salir en misión, poniendo siempre a Cristo en el centro. También les ha insistido mucho en la importancia de la unión y la colaboración entre todos. «Quiero contar con todos vosotros. Quiero escucharos. Quiero que, entre todos, hagamos un plan pastoral, pero que esté refrendado con la realidad. Hay que pasar, de lo teórico, al mundo real», pedía monseñor Osoro en la Vicaría VI. El mismo mensaje de comunión llevó hace unas semanas el arzobispo a la sede del Foro de Curas de Madrid, donde, en una visita de algo más de media hora, felicitó la Navidad, charló y rezó con los sacerdotes.

Año de la vida consagrada

«Sois un regalo en la Iglesia para todos los hombres», les decía monseñor Osoro, en su toma de posesión, a los religiosos y religiosas. El primer domingo de Adviento, el arzobispo presidió una Misa de apertura del Año de la Vida Consagrada en la catedral de La Almudena, en la que concelebraron el Presidente de CONFER (el claretiano Luis Ángel de las Heras) y varios Superiores de congregaciones.

La cercanía de don Carlos a los religiosos ha quedado clara desde su primer día como arzobispo, cuando fue a ver a las Oblatas de Cristo Sacerdote, contemplativas, y visitó después la residencia Virgen de los Desamparados, donde las Madres de los Desamparados y San José de la Montaña viven al cuidado de unos 50 niños y jóvenes con discapacidad intelectual o drogodependencias. En los últimos días, monseñor Osoro ha visitado a las Misioneras de la Caridad y la Fundación Instituto San José, de los Hermanos de San Juan de Dios. Su cercanía a los excluidos quedó también subrayada con su visita por sorpresa al poblado chabolista de El Gallinero, en Entrevías.

Niños, jóvenes y familias

El arzobispo ha encontrado también tiempo para celebrar encuentros con jóvenes, niños y familias. A todos les ha dicho que cuenta con ellos: «Hacen falta hoy hombres y mujeres que señalen a los hombres dónde pueden quitarse la sed, y para eso estáis vosotros», dijo en su primera Vigilia con jóvenes, el 5 de diciembre en la catedral. La segunda será este viernes, 2 de enero, a las 10 de la noche, en La Almudena. Don Carlos les espera una hora antes, cada uno con su bocata.