El Sábado de Milagros que bendijo a América - Alfa y Omega

El Sábado de Milagros que bendijo a América

El Sábado de Milagros congrega cada año en Texas a miles de personas para alabar a Dios, especialmente a miembros de la comunidad hispana. Dos sacerdotes de Alcalá de Henares, miembros del grupo de rock La Voz del Desierto, han participado este verano en el evento

Pablo H. Breijo
La adoración al Santísimo, pieza central del Sábado de Milagros. Foto: Pablo H. Breijo

Son algo más de las cinco de la madrugada y aún no ha amanecido en Allen, ciudad al norte de Dallas, Texas (Estados Unidos). En las inmediaciones de un gran centro de convenciones y espectáculos llamado Allen Event Center se congregan centenares de personas. Ni siquiera una torrencial lluvia veraniega ha impedido que muchos hayan hecho noche en este lugar con su ticket en la mano.

Ninguno de ellos está esperando a que abran las puertas del local para asistir a un concierto o a un espectáculo deportivo. Es 20 de agosto y hoy se celebra el Sábado de Milagros, una jornada de doce horas de oración, conferencias, confesiones, música católica, exposición del Santísimo y Eucaristía.

Pasadas las siete y media de la mañana las puertas se abren y los controles de seguridad del centro de convenciones exigen que los asistentes tengan que pasar bajo un arco detector de metales. Una vez dentro, toman asiento en las gradas y en la pista central. Muchos han viajado a Dallas en coche durante la madrugada desde ciudades del estado de Texas como Houston, Austin o San Antonio, y otros han tenido que tomar un avión desde diferentes lugares de todo el país. La organización explica que durante la semana previa al Sábado de Milagros hubo personas que compraron billetes desde México y ayer llegaron a Allen en avión para no perderse esta jornada católica.

Misioneros del Bronx

¿En qué consiste el Sábado de Milagros? Se trata de un evento que cada año congrega a miles de personas para alabar a Dios. Está organizado por el ministerio católico Mensaje Texas, que desde 1979 trabaja en la evangelización de la comunidad hispana en los Estados Unidos.

Minutos antes de la apertura de puertas, los Misioneros de Jesús (MDJ) de Nueva York ya entonan los primeros acordes de sus canciones para generar un ambiente de bienvenida. MDJ es una comunidad de laicos que junto a sacerdotes, diáconos, religiosos y religiosas trabajan de manera comprometida en la difusión del Evangelio. Su tarea está extendida en muchos países del continente americano, en Australia y también en países europeos como Francia y España.

En 1986 se fundó la comunidad de Misioneros de Jesús en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles, en el barrio neoyorquino del Bronx. Desde entonces y hasta hoy evangelizan y difunden la fe católica mediante celebraciones litúrgicas así como retiros espirituales, congresos, asambleas y cursos de formación. Cada semana en su sede de Nueva York se juntan más de 3.000 personas para formarse y llevar a cabo su tarea de anunciar la Palabra de Dios.

El sacramento del Perdón, pieza central del Sábado de Milagros. Foto: Pablo H. Breijo

Maratón de confesiones

Tras la bienvenida de los organizadores, tiene lugar la conferencia de Rubén Francisco Bellante, un sacerdote que ha viajado desde Argentina para hablar a los asistentes sobre cómo vivir la relación con Dios en sus familias y en el día a día. Más de 5.000 personas escuchan con atención las palabras de este cura experto en la pastoral de los medios de comunicación. Muchos de los asistentes conocen bien al padre Bellante puesto que siguen habitualmente sus intervenciones en la televisión católica EWTN.

Mientras este carismático sacerdote argentino logra que ninguno de los presentes retire su vista del escenario principal, en el gran pasillo que rodea todo el Allen Event Center se han formado dos largas filas.

Personas de todas las edades esperan su turno para confesarse con Alberto Raposo y Jesús Javier Mora, dos sacerdotes españoles de la diócesis de Alcalá de Henares y miembros del grupo de rock La Voz del Desierto, que han recorrido 8.000 kilómetros en avión para participar en este evento durante sus vacaciones de verano. Durante más de tres horas administran el sacramento de la Reconciliación antes de hacer un descanso para almorzar. Tras comer, vuelven a sentarse para seguir confesando hasta casi superar las siete horas perdonando pecados.

En el escenario principal continúan las conferencias de la mano del sacerdote Eduardo González, el diácono Gary Treviño y el predicador Neil Vélez, de los Misioneros de Jesús de Nueva York. Las canciones de Vélez servirán de preparación espiritual para la Hora Santa. En torno a las seis y media de la tarde, el sacerdote Pedro Núñez, famoso en toda América por su programa televisivo en la cadena de televisión EWTN, entra en el estadio portando en sus manos al Santísimo en la custodia. Las más de 5.000 almas presentes rezan y piden a Dios que cambie su corazón. La Hora Santa da paso a la celebración de la Eucaristía, un broche de oro para un sábado que bendijo miles de almas en América.