Fallece Miguel Asurmendi, un obispo de paz y de acción - Alfa y Omega

Fallece Miguel Asurmendi, un obispo de paz y de acción

Fran Otero

Miguel Asurmendi, obispo emérito de Vitoria, falleció el pasado 9 de agosto en Pamplona, su ciudad natal, a los 76 años. El prelado, también religioso salesiano, ocupó durante 21 años la diócesis alavesa, de la que se despidió el pasado mes de marzo. Entonces, en una celebración, recalcaba los pasos que se dieron durante este periodo como la importancia de mantener la evangelización como centro de la acción, la promoción de los laicos, la preferencia por los pobres y la construcción de la paz en una sociedad golpeada por el terrorismo de ETA.

La capital vasca también recordará a Asurmendi por ser el obispo que impulsó la reapertura al culto de la catedral de Santa María, más conocida como catedral vieja, que se culminó en 2013. Otros de los hitos de su episcopado son la celebración del 150º aniversario de la diócesis o la beatificación del sacerdote diocesano Pedro de Asúa en 2014.

En el funeral, su sucesor en Vitoria, el también navarro Juan Carlos Elizalde reconoció no poder evitar «un sentimiento de orfandad» ante el «golpe inesperado». Durante la homilía hizo un recorrido por las enseñanzas, «destellos» dijo, de Miguel Asurmendi: que la vida es para una misión, también una obra de arte, que todos y cada uno somos irrepetibles, la comunión con los Papas y la intimidad con Dios.

«El mundo nos prepara para la acción: hacer, deshacer, programar, evaluar. Y ha sido don Miguel un hombre de acción. Pero sobre todo ha sido grande en la pasividad y en la contemplación siempre. En el último año de su vida en Vitoria, por sus enfermedades, se agigantó. La fecundidad, la felicidad nos la jugamos en la pasividad: asumir, aceptar, tragar, acompañar y en todo esto fue un maestro. Fue grande. Él sabría sus penas, sus preocupaciones, su pasión interior, su dolor. Nunca nos quiso importunar. Nos quedamos con su juicio benévolo, con su alma grande y con su corazón de pastor. Queremos seguir sus pasos; yo el primero», afirmó Elizalde.

Al funeral asistieron, entre otros, el cardenal arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española, Ricardo Blázquez, y numerosos arzobispos y obispos.