Ordenado el primer sacerdote mongol: «El Señor ha hecho posible lo que parecía imposible» - Alfa y Omega

Ordenado el primer sacerdote mongol: «El Señor ha hecho posible lo que parecía imposible»

Joseph Enkh es el primer nativo de Mongolia que es ordenado sacerdote. La celebración tuvo lugar este domingo 28 de agosto en la catedral de Ulaanbaatar, donde un día después celebró su primera Misa

Redacción

«Doy gracias al Señor que me ha llamado a servirle a través del sacerdocio. También doy las gracias a todas las personas que me han ayudado a responder a esta llamada. Espero que pronto habrá otras vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada entre los jóvenes de Mongolia». Estas fueron las palabras del primer sacerdote nativo de Mongolia, el padre Joseph Enkh, que fue ordenado este domingo 28 de agosto en la catedral de Ulaanbaatar.

La celebración estuvo presidida por monseñor Wenceslao Padilla, prefecto apostólico en el país, que dijo que «para la iglesia local haber ordenado sacerdote al primer joven de Mongolia es como un parto. La iglesia es una joven madre que da a luz a su primer hijo», dijo a la Agencia Fides. «Oramos y confiamos en que el padre Joseph Enkh será fiel a su vocación, cargará con su cruz cada día y seguirá a Cristo siempre, en todas las circunstancias de su vida», añadió el prefecto.

En su homilía, el obispo se centró en el pasaje del Evangelio elegido como lema por el padre Enkh: «Niégate a ti mismo, toma tu cruz cada día y sígueme» (Lc 9, 23). Y ha recordado que «el Señor ha hecho posible lo que parecía imposible», invitando a la asamblea «a seguir confiando en Dios».

El prefecto apostólico estuvo acompañado en el altar por más de 40 sacerdotes. A la celebración, evento histórico en Mongolia, asistieron más de 1.500 personas, incluidos funcionarios, diplomáticos y autoridades civiles. También estuvo presente el abad Dambajav, del monasterio budista de Dashi Lin Choi, quien dirigió unas palabras de aliento al joven sacerdote, confirmando que «los budistas tienen buenas relaciones con los católicos. Aprendemos de ellos, y ellos aprenden de nosotros. Estamos felices de que uno de nuestros mongoles se convierta en un sacerdote de esta iglesia».

El líder budista, a continuación, colocó una estola de seda azul alrededor del cuello del sacerdote recién ordenado, que, en la tradición budista, simboliza el cielo y, por lo tanto, significa la pureza, la buena voluntad, un buen augurio y compasión. El gesto fue aplaudido por todos los participantes.

«Ha sido un día inolvidable en la historia de la Iglesia católica en Mongolia», comenta el padre Prosper Mbumba, misionero congoleño que trabaja en el país asiático. Había una atmósfera de gran alegría y oración intensa vivida por la comunidad local. «La ordenación del padre Joseph Enkh nos hace más conscientes de la gracia de Dios que actúa en nuestra joven iglesia de Mongolia», concluyó el padre Mbumba.

Don Joseph celebró este lunes 29 de agosto su primera Misa en la misma catedral de San Pedro y San Pablo de Ulaanbaatar en la que fue ordenado.

Fides / Redacción