Cartas a la redacción

Al leer estas palabras que el Papa Francisco ha dejado escritas en el libro de visitas de Auschwitz, sentí que el perdón llegaba a toda la humanidad. El Papa Francisco ha asumido el pecado de la humanidad en su corazón y dejándolo por escrito, ha pedido perdón a Dios. La sensación de paz me invadió, me sentí incluso aliviado por el pueblo alemán. Sin duda es un síntoma del perdón de Dios. Y así podemos seguir queriéndonos como humanidad, sin mirar atrás, con el corazón esponjado y la ilusión puesta en el futuro. Gracias Santo Padre.

Juan Linaza Garzón
Tres Cantos (Madrid)

En referencia a su artículo El cristianismo que libera a India de las castas, del Alfa y Omega del 7 de julio, desde la Embajada de India en España queremos mostrar nuestras fuertes reservas. El texto contiene comentarios erróneos, sin base firme, que dibujan un retrato negativo de la situación actual en India, por lo que queremos aclarar: el hinduismo es la única gran religión a la que uno no se puede convertir; hacer a alguien sentirse inferior por razón de su casta es inconstitucional en nuestro país y es castigado por la ley; y nunca se ha predicado en la cultura india que hacer una ofrenda en un templo justifique que uno se pueda aprovechar de otras personas en su negocio.

Maitrey Kulkarni
Embajada de India en España

Este verano todos los que nos sentimos europeos y ciudadanos del mundo hemos sentido una vez mas la sinrazón de la violencia y el terrorismo a manos del islamismo radical. Algo esta sucediendo en el mundo, unos jóvenes inflamados por ideología fanática que los conduce a inmolarse sembrando muerte y dolor; y al mismo tiempo, sin embargo, casi dos millones de jóvenes se reúnen para orar y tener unas alegres y plenas vivencias que con seguridad serán fructíferas durante su vida, que les harán verdaderos testigos de paz y amor como hijos de Dios. La violencia está en cualquier parte de cada sociedad y vencerla es cuestión de la práctica de la fraternidad, limando odios fomentados por intereses políticos o económicos.

Ana María Gómez Sotoca
Andújar (Jaén)