Sudán del Sur tiene derecho a la paz y al desarrollo

Miles de personas atemorizadas han buscado refugio en la misión salesiana de Gumbo, a 8 km del centro de Juba, en Sudán del Sur, entre el domingo y el lunes pasado, debido a la reanudación de los enfrentamientos armados. Actualmente, los misioneros salesianos acogen entre 5.000 y 8.000 personas, cifra que aumenta durante la noche debido a que muchas personas regresan para dormir y cubrir sus necesidades fundamentales: alimentación, agua y artículos de primera necesidad.

En Gumbo las explosiones y los disparos se escucharon claramente. «Ráfagas de ametralladoras, balas que se elevaban hacia el cielo como fuegos artificiales. En poco tiempo los disparos no cesaban e iban en todas las direcciones, y también se sentían muy cerca», manifestó el misionero salesiano Giacomo Comino.

Desde la tarde del domingo 10 de julio, la misión salesiana comenzó recibir a las personas que huían; en su mayoría mujeres y niños. «Cientos de personas comenzaron a llegar, sobre todo madres con un niño en la espalda y otros 4 ó 5 tomados de las manos», continúa el misionero.

Los misioneros salesianos desde el principio dieron la ayuda necesaria, se abrieron las puertas de la escuela y de la iglesia y dan comida a todos los que llegan. La misión salesiana está realizando todo lo posible para ser una casa que acoge a todos aquellos que tienen necesidad. «Pero es complicado afrontar por sí sola todas las necesidades de miles de refugiados, considerando la dificultad para abastecerse debido a los caminos bloqueados y al aeropuerto sitiado», explica Ana Muñoz, portavoz de Misiones Salesianas.

Los Salesianos quieren ser la voz de los sin voz, de las personas pobres que llegan prácticamente sin nada.

Desde Misiones Salesianas, hacemos una invitación a la comunidad internacional a actuar con rapidez para fomentar el cese del fuego y a retomar el diálogo entre los grupos que luchan para que pueda llegar la paz y la estabilidad al país.