Van curvados, viven de pie - Alfa y Omega

Desde hace años participo en la asamblea de un colectivo que se reúne los jueves por las noches en un local prestado. El grupo nació con la gente en la calle, y desde la complicidad de nuestras conversaciones fuimos tejiendo la posibilidad de montar juntos una asesoría en temas que tuvieran que ver con extranjería. Así fue como dimos los primeros pasos de lo que hoy constituye la Asociación Sin Papeles de Madrid (ASPM). Han pasado ya diez años desde nuestra primera salida a la calle con el homenaje por los hermanos muertos en el Mediterráneo y nuestro primer comunicado pidiendo el indulto a un compañero preso por vender cinturones de Carolina Herrera.

En el camino peleamos la despenalización de la manta y… ¡la ganamos! Muchos compañeros han ido obteniendo papeles, se han capacitado profesionalmente, pero perdieron sus empleos en la construcción o en hostelería y han vuelto a la manta, aunque como ellos dicen ese no es su sueño. Ser mantero es una necesidad. Por eso sobrevivir no puede ser un delito. Con la nueva reforma del código penal y la ley mordaza los manteros, y quienes trabajamos con ellos, hemos sufrido un retroceso en nuestros derechos. Hace unas semanas decidimos volver a las calles para seguir pensando alternativas a la manta y forzarlas en las negociaciones con la Administración, como hacen desde el sindicato mantero en Barcelona o la campaña Papeles sin trabajo.

Hace unos días, nuestro compañero Saidou participó en una tertulia televisiva. Rodeado de comerciantes y policías que apenas le dejaban hablar, fue poco a poco abriéndose camino para exponer su propuesta: «La manta no se acaba con el acoso o la criminalización. Se acaba con medidas de formación y empleo. Se arregla reconociendo derechos y obligaciones, porque tenemos arraigo en este país». Al salir del plató apareció en la plaza Nelson Mandela, en la asamblea convocada para preparar acciones de la campaña Papeles sin trabajo.

Si esta noche veis una cuadrillas de manteros con su hato a la espalda, puede que Saiodu sea uno de ellos. Aunque van curvados, viven de pie y no de rodillas.