Salvador del hombre y esperanza del mundo - Alfa y Omega

Salvador del hombre y esperanza del mundo

Continuamente advierte el Papa de que si no anunciara a Jesús, la Iglesia se convertiría en una ONG

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Foto: CNS

La Conferencia Episcopal ha hecho pública la instrucción pastoral Jesucristo, salvador del hombre y esperanza del mundo. Resulta inevitable la comparación con el anterior documento episcopal del mismo rango, Iglesia, servidora de los pobres, en el que los obispos ponían el acento en el compromiso social inherente a la fe católica. El protagonismo lo tiene ahora la doctrina, por lo que no faltará quien busque contraponer ambos textos. Pero sería un antagonismo artificial. Continuamente advierte el Papa de que si no anunciara a Jesús, la Iglesia se convertiría en una ONG, de igual modo que –en palabras del apóstol Santiago– la fe, «si no tiene obras, está muerta por dentro».

Desde esta doble perspectiva se comprende la afirmación de los obispos de que la acción filantrópica y humanitaria […] siempre acompañará el anuncio» de Cristo, «pero no lo sustituye». En absoluto significa esto minusvalorar la importancia de la acción social y caritativa. La cuestión es no perder de vista la motivación última de lo que se hace para evitar caer en el activismo. De un modo análogo enfoca la instrucción pastoral el diálogo con las personas no creyentes y con fieles de otras religiones, que si bien resulta hoy una tarea ineludible, no puede conducir a que se relativice la convicción de que «la salvación, también la de los no cristianos, viene de Cristo», cuya presencia prolonga en el mundo la Iglesia que fundó. La fe cristiana –advierte el documento– se volvería irrelevante si se debilitara en los fieles la certeza de que Jesús es el único Señor de la historia y de que solo Él «llena de sentido nuestra existencia» y da respuesta al «anhelo más hondo del corazón, que es la vida feliz para siempre».

Quedan al mismo tiempo sin responder algunas cuestiones de no menor importancia. Junto a la insistencia en preservar la ortodoxia doctrinal en los libros de teología, se echan en falta algunas propuestas sobre cómo mejorar la formación bíblica de los fieles o sobre cómo presentar hoy a Jesús ante el mundo de forma más atractiva y eficaz. El documento detecta estas carencias, apuntadas ya por el Papa en la exhortación Evangelii gaudium, pero opta por dejar abierto el debate.