El fiscal del Vaticano pide tres años de cárcel para el sacerdote Vallejo Balda y la publicista - Alfa y Omega

El fiscal del Vaticano pide tres años de cárcel para el sacerdote Vallejo Balda y la publicista

El fiscal considera que Francesca Chaouqui fue «sujeto dominante» e instigadora de las filtraciones

Juan Vicente Boo

En la recta final del proceso por filtración de documentos económicos, el fiscal del Vaticano ha pedido el lunes condena de tres años y un mes de cárcel para el sacerdote español Lucio Ángel Vallejo Balda, antiguo secretario de la Prefectura de Asuntos Económicos, en prisión preventiva desde el pasado uno de noviembre.

La sorpresa de la audiencia, dedicada a la requisitoria de la acusación pública, es que el fiscal ha pedido al Tribunal del Vaticano una pena mayor -tres años y nueve meses de cárcel- para la publicista italiana Francesca Chaouqui, por considerarla «inspiradora y responsable», así como «sujeto dominante» de Vallejo Balda en la filtración de centenares de documentos de las auditoras que trabajaron hace dos años en la reestructuración de los organismos económicos y administrativos del Vaticano.

El móvil era despecho: Vallejo esperaba un alto cargo en la nueva secretaria de Economía y Chaouqui en la nueva secretaria de Comunicación. Naturalmente, no los consiguieron pues, según el fiscal, vivían de «aspiraciones infundadas» al tiempo que su conducta supone «una degeneración de lo que es el trabajo en la Curia».

A la salida de la audiencia, Francesca Chaouqui, que ha tenido un niño hace quince días y lo llevaba en un carrito se limitó a comentar: «Es surrealista. ¿Qué otra cosa puedo decir?».

Resultan, en cambio, muy ligeras, las penas solicitadas para los dos periodistas italianos que publicaron los documentos en sendos libros: un año de cárcel con suspensión condicional -es decir, nada- para Gianluigi Nuzzi, y absolución por falta de pruebas para Emiliano Fittipaldi.

La benevolencia respecto a los periodistas no es una sorpresa. A lo largo del proceso iniciado el pasado 24 de noviembre quedó claro que la iniciativa de filtrar documentos era casi siempre de Vallejo Balda, espoleado por la publicista Francesca Chaouqui, que lo dominaba casi como un juguete. El fiscal acusa a los periodistas tan solo de «impulso psicológico» a las filtraciones.

El quinto acusado, menos conocido, es Nicola Maio, un ayudante de Vallejo Balda en la extinta Comisión Investigadora de los Organismos Económicos y Administrativos del Vaticano (COSEA). El fiscal pide para él un año y nueve meses de cárcel, pena que no llegará a cumplir pues el sistema penal del Vaticano se inspira en el de Italia, donde nadie entra en la cárcel por condenas inferiores a cuatro años.

El Tribunal dedicará las audiencias del martes y miércoles a los discursos finales de los cinco abogados defensores que, con toda probabilidad, pedirán la absolución para sus respectivos clientes. Como las responsabilidades han quedado bastante claras en el proceso, la sentencia podría llegar en un plazo breve.

Juan Vicente Boo / ABC