72 instituciones religiosas desinvierten en fósiles en vísperas de la COP26
Las entidades de inspiración espiritual representan el 35 % de los compromisos de desinversión realizados hasta este momento, una tendencia que se ha multiplicado por 780
Este martes, cinco días antes de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Clima (COP26) en Glasgow, y cuatro antes de la Cumbre del G20 en Roma, 72 instituciones religiosas de seis continentes han anunciado la mayor desinversión conjunta de combustibles fósiles realizada por organizaciones religiosas: los 3.620 millones de euros de activos combinados bajo su gestión ya no financiarán esta industria, informa el Movimiento Laudato si.
Entre las instituciones participantes se encuentran la Conferencia Episcopal de Escocia, donde se encuentra Glasgow; 15 diócesis católicas del Reino Unido e Irlanda; las universidades católicas de Estados Unidos y Reino Unido; 19 iglesias católicas griegas de Ucrania, las Hermanas de la Caridad de Australia y Cáritas Nepal.
Bill Nolan, obispo de Galloway y responsable para el medio ambiente de la Conferencia Episcopal de Escocia, ha afirmado que «no basta» con las declaraciones de obispos denunciando la crisis ambiental; «es necesario actuar». Reconoce que «hay algo de verdad» en la afirmación de que las empresas que explotan los combustibles fósiles «siguen siendo necesarias mientras hacemos la transición hacia alternativas más ecológicas».
Sin embargo, justifica la opción de los obispos por la desinversión argumentando que su objetivo es mostrar «que el statu quo no es aceptable». Además, «no era correcto beneficiarse» invirtiendo en ellas «dado el daño que la producción y el consumo de combustibles fósiles está causando».
780 más desinversión que en 2014
Fuera del ámbito católico, se han sumado a esta decisión la Junta Central de Finanzas de la Iglesia metodista del Reino Unido; las iglesias presbiterianas de Gales e Irlanda; dos diócesis de la Iglesia de Inglaterra; y el movimiento religioso budista Soka Gakkai International – Reino Unido.
El movimiento de desinversión de combustibles fósiles ha crecido exponencialmente en los últimos años. Según un informe publicado este mismo martes, más de 1.485 instituciones con activos combinados de más de 33,6 billones de dólares han hecho algún tipo de compromiso de desinversión. Si se tiene en cuenta que el punto de partida fueron 43.100 millones de euros en 2014, en siete años se han multiplicado por 780. Las instituciones religiosas han estado a la cabeza de esta tendencia global. Representan más del 35 % del total de compromisos.
El anuncio se produce tras el reciente llamamiento del Papa Francisco y de otros líderes religiosos a los gobiernos mundiales para que aborden la «crisis ecológica sin precedentes» antes de la COP26. También una alianza internacional de activistas comunitarios multirreligiosos ha pedido el fin inmediato de la financiación de los combustibles fósiles.
También ciudades
Las ciudades de Río de Janeiro, Glasgow, París, Seattle, Río, Auckland acaban de anunciar sus compromisos de desinversión, uniéndose al Foro C40 Divest / Invest y apoyando el avance de la desinversión de sus fondos municipales y de pensiones. También la Fundación Ford (vinculada a la riqueza generada por el motor de combustión interna) se unió a Harvard, la universidad más rica del mundo, al anunciar que no solo desinvertirá de combustibles fósiles, sino que invertirá en soluciones climáticas.
La Agencia Internacional de Energía (AIE) declaró en su reciente hoja de ruta Net Zero para 2050 que no puede haber nuevos desarrollos de carbón, petróleo y gas si el mundo quiere limitar el calentamiento global por debajo de 1,5°C sobre el nivel preindustrial.
Nuevas explotaciones
Mientras los líderes mundiales se preparan para reunirse en la COP26, el Gobierno del Reino Unido se ve sometido a una presión cada vez mayor por los planes para explotar el yacimiento petrolífero de Cambo frente a la costa de Escocia. La iniciativa, apoyada por el gigante petrolero Shell, liberaría emisiones equivalentes a la contaminación anual por CO2 de 18 centrales eléctricas de carbón.
El mes pasado, más de 20 obispos anglicanos del sur de África, entre ellos el arzobispo de Ciudad del Cabo, los tres obispos de Mozambique y el obispo de Namibia, pidieron el cese inmediato de la exploración en busca de gas y petróleo en África. Afirmaron que «una nueva era de colonialismo económico por parte de las empresas de combustibles fósiles está en marcha» y que «los hábitats naturales de África están siendo destruidos a un ritmo alarmante por la extracción de petróleo y gas».