Estar con los últimos - Alfa y Omega

Hoy os dejo con esta reflexión de un voluntario del comedor Ave María:

«Yo fui uno de ellos. ¡Cuántos años acudiendo al comedor para conseguir alimentos para poder encontrar un poco de calor humano! Mi vida era como la tuya; una vida bien, con trabajo, dinero, una familia creyente y practicante…, pero las malas compañías y la maldita droga lo cambiaron todo. De una vida cómoda pasé a estar tirado, hundido y sin rumbo. Sin saber cómo, la Misa, el lavatorio de pies y la cena de Jueves Santo en el comedor me hicieron ver las cosas de otra manera. A los 45 años pensé: ¿No puedo yo volver a ser el mismo de antes y ayudar a los que están como estoy yo ahora? Hice silencio, miré a Jesús y comencé un proceso lento y duro de cambio. Hoy con 52 años todo es distinto.

Hace ya más de un año que soy voluntario en el comedor, sirviendo el desayuno a diario: un café con leche, una ración de pan, bollería, fiambre…, pero sobre todo acogida, calor de hogar, y una sonrisa de amigos.

Tenemos por buen cristiano al que asiste a Misa y aporta una pequeña limosna; al que cumple en el trabajo y va bien aseado. Y Tú, Jesús, vas y nos dices que estás en los pobres, en los que te desprecian y a veces reniegan de Ti. No lo entiendo, pero si Tú lo dices, yo lo creo.

Y mirando a mi alrededor me pregunto: ¿Qué cristianismo es el nuestro que permitimos que haya entre nosotros tanta miseria y tanto dolor? Dios nos ha encomendado a cada uno una tarea, y lo que tú y yo no hagamos de esa tarea quedará sin hacer. ¡Qué poco o qué mal lo debemos hacer cuando hay a nuestro alrededor tantas calamidades!

Quiero ser un cristiano de verdad, capaz de compartir y sonreír como a mí me sonrieron. Quiero estar con los últimos, con los preferidos de Jesús. Os invito a hacer creíble nuestro cristianismo. La tarea es grande, hay muchos que nos necesitan. Compartamos y amemos a Jesús en aquellos que nos tienden la mano. Os lo pide uno que tuvo todo, que necesitó vuestra mano amiga y hoy quiere ser, con vosotros, amigo y hermano de los pobres y necesitados».