Promover la nueva evangelización y la participación de la mujer en la Iglesia

El nuevo obispo auxiliar de Valencia, monseñor Arturo Pablo Ros, cuyo nombramiento designado por el Papa Francisco fue anunciado este lunes por la Santa Sede, ha señalado que «siempre he sido feliz siendo cura y estando al servicio de Dios y de la Iglesia».

El cardenal Antonio Cañizares comunicó su nombramiento ante la Curia diocesana en el Palacio Arzobispal tras el rezo del Ángelus. Acto seguido el nuevo prelado pronunció unas palabras en las que le ha agradecido su confianza porque «sabe mis sentimientos, mi respeto y admiración pero sobre todo, conoce mis pobrezas y le agradezco que siempre se haya fiado de mi, que me haya mostrado tanta confianza y cercanía».

«Yo siempre he sido un cura feliz, aunque la felicidad no está exenta de momentos de cruz, dolor y dificultad y, perdonadme que lo diga de esta manera tan pobre, pero esto de ser cura siempre me ha gustado mucho», ha agregado.

Además, «he disfrutado muchísimo en tantos lugares en los que he estado en mi ministerio y el Señor siempre ha sido inmensamente generoso conmigo».

Nieto de un beato mártir

Ros ha afirmado que «mi existencia cristiana y sacerdotal hubiese sido imposible sin el testimonio de mis abuelos ya que una de las cosas para mi más hermosas de mi curriculum es que soy nieto de un beato mártir y esto es un privilegio y una exigencia».

Según el nuevo obispo auxiliar, sus últimos seis años como vicario episcopal territorial de la vicaría V «han sido un gozo muy especial por poder acompañar y compartir el tiempo con nuestros hermanos sacerdotes, a los que les doy las gracias de todo corazón».

Finalmente, ha agradecido al cardenal «que crea conveniente que con humildad y pobreza yo pueda ayudarle en el gobierno de la diócesis» y ha expresado su alegría porque «a su lado aprenderé mucho».

Promover la nueva evangelización

Monseñor Antonio Cañizares le ha encomendado, entre otros cometidos, la promoción de la «formación de un laicado adulto, presente en la vida familiar, en los asuntos temporales, en la acción social, en la vida pública», así como «la promoción de la participación de la mujer en la vida de la Iglesia».

El purpurado ha destacado tras el rezo del Ángelus la urgencia de «potenciar la nueva evangelización, para una renovación de la humanidad de nuestra sociedad concreta, en la que les corresponde por vocación una responsabilidad y un protagonismo a los fieles cristianos laicos», además de los movimientos de jóvenes en la Iglesia.

Después de agradecer a Dios y al Santo Padre el nombramiento de monseñor Ros, el cardenal ha destacado del nuevo obispo auxiliar «su fe, generosidad y sentido de Iglesia».

Asimismo, le ha indicado también que otro de sus cometidos será «coordinar y alentar en la diócesis lo mucho y muy importante que está llevándose a cabo en el campo social y en la atención a los preferidos de Dios que son los pobres y los que sufren, las periferias existenciales».

Además, ha anunciado también la próxima designación por el Papa de un tercer obispo auxiliar para la diócesis de Valencia. Con ello, «quedará enmarcado el cuadro de las prioridades pastorales de nuestra diócesis: primacía de la vida de caridad y atención a los pobres con la promoción de la pastoral de la caridad, evangelización de la cultura en toda su amplitud, promoción del laicado en la vida de la Iglesia, formación de los laicos para una presencia pública de ellos en el mundo, atención prioritaria a la pastoral familiar y al mundo de los jóvenes, fortalecimiento y renovación de una pastoral de la iniciación cristiana y de una vigorosa pastoral educativa, y de la vida litúrgica y de oración y adoración en la vida de los fieles y en la Iglesia diocesana».

Todo esto, además, «irá acompañado por parte del conjunto de los obispos de una atención prioritaria a los sacerdotes, que están en el núcleo de la Iglesia y que son los principales y más cercanos colaboradores de los obispos, así como de la vida consagrada en la Iglesia, su gran tesoro».

El cardenal ha dedicado sus primeras palabras de «acción de gracias a Dios por habernos concedido a la diócesis de Valencia, y a mí en particular, un nuevo obispo que nos ayude a llevar más adecuadamente el ministerio pastoral aquí», y al Papa Francisco por «concederme la inestimable ayuda que necesitaba y en cuya petición directa tanto he insistido, sobre todo los últimos meses».

AVAN / Redacción