«Pedimos un Gobierno estable que responda a los problemas de la gente» - Alfa y Omega

«Pedimos un Gobierno estable que responda a los problemas de la gente»

El portavoz de la Conferencia Episcopal Española, José María Gil Tamayo, ha pedido a los políticos diálogo para formar un Gobierno «estable que garantice la gobernabilidad dando respuesta a los problemas de la gente, y que respete los principios que garantiza nuestra constitución». En cuanto a los criterios de los ciudadanos para votar, ha pedido que elijan a sus candidatos «en coherencia, libertad y conciencia. Y si son católicos, en coherencia con los principios de la doctrina social de la Iglesia», con una referencia especial al documento Iglesia, servidora de los pobres

María Martínez López

Las elecciones generales del próximo domingo son «un momento especial», y los católicos pueden hacer frente a ellas mediante «los principios que se derivan» del documento Iglesia, servidora de los pobres, presentado en abril de 2015. En la rueda de prensa de presentación de los trabajos de la última reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Española, su secretario general y portavoz, el sacerdote José María Gil Tamayo, recordó que este documento ha sido la referencia constante a la que han remitido los obispos a lo largo del último año de citas electorales.

El 26-J –explicó Gil Tamayo–, «la palabra es de los ciudadanos que conscientemente han de dar con libertad su voto a los partidos que crean que responden a sus expectativas y convicciones». El portavoz de la Conferencia Episcopal mostró su «confianza en algo que para la Iglesia tiene un valor fundamental: la conciencia de las personas. Los ciudadanos han de elegir en quién depositan su confianza en coherencia, libertad y conciencia. Y si son católicos, en coherencia con los principios de la doctrina social de la Iglesia».

El portavoz ha animado al voto recordando que, salvo circunstancias excepcionales, votar «es un deber moral, no solo un deber ciudadano. Es uno de los actos que más nos honran como ciudadanos. No votar es autoexcluirse». También ha recordado que «desde los inicios de la democracia la CEE dijo que ningún partido agota el marco cristiano».

Llamamiento al diálogo

El secretario general de los obispos apeló también a la «responsabilidad de los políticos», que nace del «mandato que hacen los ciudadanos al ejercer su derecho al voto». La gente tiene problemas reales para los que llevan sufriendo desde hace tiempo, y «no pueden estar en una eterna espera. Pedimos un Gobierno estable que garantice la gobernabilidad dando respuesta a los problemas de la gente, y que respete los principios que garantiza nuestra constitución».

En este sentido, de cara al 27 de junio, citó el discurso del Papa Francisco al recibir el premio Carlomagno, donde afirmó que «estamos invitados a promover una cultura del diálogo, tratando por todos los medios de crear instancias en las que esto sea posible».

Constitución, Europa y tradición

Gil Tamayo citó también al cardenal Ricardo Blázquez, que ha enumerado «una serie de elementos necesarios en la vida democrática: la libertad religiosa que consagra el marco constitucional, y que sirve para nuestra vida democrática», sería el primero. En segundo lugar, la referencia a Europa. «La opción europea es una opción clara. Europa nos preserva de determinadas tentaciones que atentan contra la vida democrática». Y, por último, «nuestra tradición» como país, de la que forman parte elementos «que no pueden ser reducidos a lo privado».

Sobre los pronunciamientos de algunos obispos sobre las elecciones, subrayó el respeto de la CEE «a esos obispos, que son la cabeza de sus Iglesias particulares. Cada obispo es libre y se mueve con entera y absoluta libertad, en comunión con el Obispo de Roma, para establecer las líneas que crea oportunas sobre los acontecimientos sobre los que quiera pronunciarse». La Iglesia «no entra en campaña, no es un actor político. Le preocupa la política general y tiene la libertad con la que sus pastores dicen una palabra a sus fieles y a los hombres de buena voluntad que quieran escuchar. Los partidos no surgen de la nada, están formados por ciudadanos que tienen unas convicciones, y los pastores tienen el deber de iluminar» a sus fieles.