L’amour sauvé (El amor salvado) - Alfa y Omega

L’amour sauvé (El amor salvado)

José María Ballester Esquivias

Él es periodista en Famille Chrétienne; ella, profesora. Ambos nacieron en 1967. Se conocieron cuando ambos tenían 18 años, en el prestigioso liceo parisino Henri IV. Después, ingresaron en L’École Normale Supérieure. Se casaron en 1993 –«tras haber excavado, buscado y comprobado que ésa era la voluntad de Dios»–, y son padres de seis hijos –dos chicos y cuatro chicas–, cuyas edades se sitúan entre los 5 y los 16 años.

Su trayectoria puede parecer rectilínea, pero no lo es del todo: Jean-Claude pidió ser bautizado con 18 años, y los dos han experimentado conversiones y profundizaciones en la fe. «Lo importante: no hemos terminado de descubrir quién es verdaderamente Cristo y lo que nos pide». Lo que sí han logrado es publicar, hace unas semanas, L’amour sauvé (El amor salvado), un auténtico canto al matrimonio, publicado en Francia por Ad Solem. Como se desprende del título, la tonalidad del ensayo es positiva, lo que no es óbice para que, en los primeros capítulos, hagan un balance severo de un ambiente social hostil. A su modo de ver, la cultura europea sucumbe a dos grandes tentaciones. La primera –la tentación romántica– es la de creer que el único amor que sea verdaderamente auténtico y apasionado sea el amor adúltero. «Su presencia en nuestra cultura es masiva, e incluso se puede decir que se ha convertido en la regulación por defecto de las relaciones amorosas». Más: «Llevada al extremo, esa tentación culmina en el individualismo absoluto y en la exaltación del Yo, sin verdadero deseo de comulgar con el otro». De la segunda, a la que llaman tentación gnóstica, dicen que es más limitada, si bien induce al malentendido: «Consiste en creer que el celibato consagrado es la única vía de entrega a Dios, es decir, que el matrimonio no sería un auténtico camino de santidad que permite el seguimiento de Cristo. Y lo es».

Asimismo, los Bésida se muestran críticos con esa idea tan manida según la cual, «para ser felices, los esposos sólo tienen que aplicar algunas reglas de psicología y de sentido común: comunicar bien, dialogar, tomarse tiempo… La experiencia nos dice que todo eso está muy bien, pero que no es suficiente». Para que sea suficiente, pues, «¡necesitan a Dios! Necesitan saber cómo apoyarse en Él para amar a su cónyuge; necesitan, por otra parte, aprender a vivir su matrimonio no sólo como un desafío humano y mundano, sino más bien como una aventura espiritual en la que Dios es un socio vivo y presente, el que en realidad guía la barca. Sencillamente, a los esposos les basta con recibirle y dejar que despliegue Su gracia».

Convertir a Dios en el centro de la vida matrimonial permite a los Bésida afirmar que el matrimonio nunca ha tenido tanto porvenir como ahora. Cuesta creerlo. Explicación: «Cuando todo el mundo se casaba, automáticamente, era una regulación implícita, una evidencia burguesa. Hoy, en cambio, es una aventura única: una pareja feliz que aprende a amarse sirviéndose del amor infinito de Dios cuestiona radicalmente el orden establecido».

Entrevista íntegra con Jean-Claude y Yolande Bésida aquí.

L’amour sauvé (El amor salvado)
Autor:

Jean-Claude y Yolande Bésida

Editorial:

Ad Solem

Año de publicación:

2014

Páginas:

192

Precio:

20,99 €