Calor y café, el primer albergue nocturno de Málaga - Alfa y Omega

Calor y café, el primer albergue nocturno de Málaga

Las más de 100 personas que duermen en las calles de Málaga podrán encontrar un lugar donde dormir bajo techo gracias al último proyecto de Cáritas diocesana

Encarni Llamas Fortes
Foto: Diócesis de Málaga  

Calor y café es el nombre del nuevo centro de estancia nocturna y acogida para personas que duermen en la calle que está poniendo en marcha Cáritas diocesana de Málaga en este Año de la Misericordia. «Un lugar donde las personas que duermen en la calle puedan acudir a resguardarse, descansar, tomar algún alimento caliente, darse una ducha, asearse, etc. Un lugar donde lo más importante sea la acogida y el ofrecimiento de ese calor humano que restaure un poco su dignidad de persona», en palabras de Francisco Sánchez, director de Cáritas Málaga. Se trata de uno de los gestos diocesanos organizados por el Año de la Misericordia, y que muestra el compromiso de toda la Iglesia de Málaga por ayudar a quienes más lo necesitan.

Alumnos del colegio Santa Luisa de Marillac. Foto: Diócesis de Málaga

Las mantas de la vida

Desde que se anunció la puesta en marcha del proyecto, el pasado mes de febrero, Cáritas ha recaudado ya 262.000 euros que se destinarán a la rehabilitación del local y los gastos del mantenimiento del centro, situado en la céntrica parroquia malagueña de Santo Domingo. Varias parroquias, colegios y centros parroquiales de Cáritas se han puesto manos a la obra con otros muchos proyectos con los que recaudar fondos.

Es el caso del pueblo de Villanueva del Trabuco. Algunos miembros del grupo de Cáritas conocieron por televisión el proyecto La manta de la vida –que consiste en elaborar mantas para los refugiados uniendo pequeños cuadrados tejidos por distintas personas–, y decidieron emprender esta aventura en su localidad. En dos meses han conseguido suficientes piezas de 40×40 centímetros como para elaborar más de 60 mantas, que pronto darán calor a refugiados y a personas sin hogar, ya que la mitad de las que han elaborado serán donadas al centro Calor y café, y las demás, a un centro de acogida para refugiados.

Mantas para el centro, elaboradas por fieles de Villanueva del Trabuco. Foto: Diócesis de Málaga

Ayuda desde los colegios

También numerosos colegios concertados y privados de la ciudad han hecho de Calor y café uno de sus proyectos de este curso. En el Santa Luisa de Marillac, de las Hijas de la Caridad (situado en el barrio malagueño de Huelin), los niños llevan tiempo colocando una pegatina en unas tazas gigantes ubicadas en el patio del colegio, por cada donativo que llevan. Y, en el colegio Juan Pablo II, de la Fundación Victoria, situado en Alhaurín de la Torre, padres, profesores y alumnos han organizado la I Carrera Solidaria JPII, que quiere ser «una marea verde, comprometida con el gesto diocesano Calor y Café, cuyo motor es un buen corazón, como el que crece día tras día en nuestra comunidad educativa», explica la directora, Susana Martínez.

Implicación de toda la diócesis

Según explicaba hace unos días Francisco Sánchez en COPE Málaga, «alguna empresa se ha ofrecido para surtir al centro del producto que más se consuma» y «muchas personas están disponibles para ser voluntarias en el día a día de Calor y café». Un centro que, antes de abrir sus puertas, está creando lazos de comunión en la diócesis. «En Málaga, más de 100 personas duermen en la calle. A partir de las 10 de la noche no hay ningún recurso de estancia nocturna al que acudir», explica Sánchez. «Este centro será un lugar de acogida nocturna, de bajas exigencias, donde lo más importante será la acogida y el ofrecimiento de ese calor humano que restaure su dignidad», afirma. Y también prestarán servicios de salud urgente, lavado de ropa, consignas, recepción de correos y comunicaciones. «Es el primer paso para la recuperación de la persona», explican desde Cáritas.